La cultura popular dice que en Madrid no hace falta secadora. Hay muchos meses de calor y el clima es muy seco, así que la forma de secar la ropa es usar tendederos. Sin embargo este invierno me decidí a comprar una porque creí que podía ser útil en algunos casos. Y me quedé corto: mi vida ha cambiado a mucho mejor.
Mi contexto quizá es especial. Somos cinco en casa. Eso implica que lavamos (y tendemos) 35 piezas de ropa interior y 70 calcetines. Más camisetas, sudaderas, jerseys, etc. Pero os aseguro que tender 70 calcetines lleva su tiempo.
Además los tendederos ocupan su espacio y el número de prendas que caben es limitado. Al final había que estar comprobando cómo iba la ropa antes de poner una nueva lavadora. Y una habitación quedaba prácticamente reservada para este tema, sobre todo en invierno que la ropa tarda más en secarse.
Secadora como ejemplo de un uso energético que mejora nuestras vidas
Ahora no es así. De la lavadora a la secadora y una vez que termina otro ciclo. Fácil y rápido. El tiempo y el espacio ganado son brutales. Y esto nos deja entrever que aumentar el gasto de energía (con lógica, claro) nos mejora la vida mucho.
En EEUU se sorprenden bastante de el poco uso de aire acondicionado en Europa. Es cierto que el clima es más frío en general, pero en países como España sigue siendo increíblemente bajo. En los Estados más fríos de EEUU gastan mucho más que zonas equivalentes de Europa. ¿Gastan más porque son más ricos o viceversa?
Otro ejemplo de que el uso energético mejora la vida es el uso de los vehículos individuales. Ir en coche es caro, tanto por la inversión que hay que hacer como por el combustible (energía). Pero mucha gente los elige para desplazarse porque les ahorra mucho tiempo respecto ir en trasporte público.
Consumir más energía mejora la productividad. El estancamiento del crecimiento de la productividad en todo el mundo de los años 70 puede deberse a los efectos de la crisis del petróleo. Las medidas de contención de gasto energético o la simple indicación de precios está limitando nuestro potencial. El ejemplo de la secadora es una simple anécdota pero significativo.
Aumentar el consumo energético para mejorar como sociedad
Para volver a la senda de aumentos de productividad hay que aumentar el gasto energético per cápita, con lógica, no con derroche. Puede que hace unos años no tuviera sentido por las externalidades que implica (contaminación, dependencia de países inestables) pero con el empujón actual de las renovables puede ser un camino muy interesante para librarnos del estancamiento actual.
Yo no acabo de creerme el desacople entre crecimiento y uso de energía. Lo que han hecho los países que han logrado crecer con menos energía es deshacerse (o más bien externalizar) las producciones más costosas en energía, pero su sociedad importaba dichos productos. Más uso de energía va a ser mejor para la sociedad. Y con energías limpias mejor.