La Asociación Nuclear Mundial (WNA) se muestra satisfecha al ver el reconocimiento de la energía nuclear en todo el mundo como método eficaz para alcanzar reducciones profundas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero. Solo de este modo, logrará acabarse con la era de los combustibles fósiles. Pero pese a numerosos estudios de expertos que señalan las bondades de la energía nuclear, en España aún se es reacio a su implantación.
En el Balance Global acordado en la COP28 en diciembre de 2023, la energía nuclear fue vista, por primera vez, como una solución al cambio climático, habiendo sido una tecnología excluida desde los mecanismos del Protocolo de Kioto. Así pues, en la Declaración Ministerial se recogió que 22 países se comprometieron a triplicar la capacidad nuclear mundial de cara a 2050. Sin duda, un aliado para la descarbonización del sector energético.
Junto al aumento de la producción de energías renovables, la energía nuclear será la que más beneficie que las emisiones mundiales por electricidad se reducirán, pese a que aumente la demanda de energía en 2024.
El análisis anual emitido por la Agencia Internacional de Energía (AIE) sobre la evolución y las políticas del mercado, Electricidad 2024, señala que la demanda mundial de electricidad aumentó en un 2,2% en 2023, esperando alcanzar el 3,4% entre 2024 y 2026. Por tanto, se prevé que el mayor crecimiento se genere en India, China y el Sudeste Asiático.
La propia AIE asegura que las energías renovables son el mejor aliado y no la energía nuclear, que tiene más inconvenientes que ventajas. De hecho, esta postura compartida con los grupos ecologistas, se apoya en los inconvenientes que giran en torno a ella. Y es que asegura que, incluso triplicando la capacidad nuclear a nivel mundial, solo se lograría una reducción del 6% en las emisiones de carbono. De ahí la escasa y limitada contribución de las fuentes nucleares e la mitigación del cambio climático.
La energía nuclear como aliado de futuro
Gracias a la energía nuclear se logrará reducir las emisiones contaminantes, pero también producir grandes cantidades de energía que permitiesen satisfacer el desarrollo futuro. De ahí que se espere que en 2025 más países inviertan en reactores para impulsar el cambio hacia una economía global baja en carbono.
China, India, Corea del Sur, Japón y Europa pondrán en marcha nuevos reactores. En concreto, Francia aumentará su producción, tomando como referencia un informe sobre el estado de los mercados mundiales de electricidad emitido por la AIE. En China se respalda hasta en un 61% la producción de energía nuclear, algo similar a lo que ocurre en Rusia, Emiratos Árabes Unidos e India, donde el apoyo se llega a triplicar.
En la COP28, los Estados que rubricaron el son: Estados Unidos, Bulgaria, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Ghana, Hungría, Japón, Marruecos, Moldavia, Mongolia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa, República de Corea, Rumanía, Suecia y Ucrania
Las energías renovables representarán un tercio de la generación total de electricidad a nivel mundial, huyendo de los combustibles fósiles hacia la energía eólica o la solar, como fuentes limpias.
Para conseguir el objetivo de que durante las próximas décadas la energía nuclear ayude a combatir el cambio climático, será fundamental que las instituciones financieras internacionales, el Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo incluyesen la energía nuclear en sus políticas de préstamos energéticos. No obstante, los activistas medioambientales ven este movimiento de las grandes potencias como una conspiración irresponsable.
La postura de España
Por el contrario, España es el país que mayor rechazo expresa contra la generación de energía nuclear, tomando como referencia el Índice de Actitudes del Público hacia la Energía Limpia (PACE), que lo sitúa en el 50%. Y es que a diferencia de lo que la mayoría de la población mundial considera, la energía nuclear genera una menor proporción de gases de efecto invernadero.
Tomando como referencia el estudio ‘Los españoles ante el cambio climático y la transición energética’ del Instituto Elcano, solo el 43% de los encuestados asegura estar de acuerdo con la extensión de la vida útil de la energía nuclear, mostrándose más partidarios de la instalación de parques eólicos y solares.
En España, la energía nuclear tan solo produce el 22% de la electricidad anual del país, evitando la emisión a la atmósfera de entre 30 y 40 millones de toneladas de CO2, lo que representa más del 34% de electricidad libre de emisiones del país.
El parque nuclear español general el 32,6% de la electricidad libre de emisiones producida en España, gracias fundamentalmente a los ocho reactores nucleares capaces de general el 20% de la electricidad consumida. Las otras fuentes verdes que priorizan en el país son la eólica (31,8%), la hidráulica (23,5%), la solar (7,5%) y la biomasa (4,6%).
La postura de España con respecto a la energía nuclear como aliado para combatir el cambio climático dependerá de quién ocupe la Moncloa y del posicionamiento que se adopte en políticas energéticas. No obstante, por el momento no se espera que España modifique su posición con respecto a la implantación nuclear.