El consistorio de la capital jiennense ha dado luz verde a la operatividad de su obra insignia en los últimos cuatro años de legislatura, el sistema tranviario de la ciudad de Jaén, resultante de una inversión millonaria, de nada más y nada menos que 120 millones de euros en gastos de proyecto, adicionados con otros 32 millones derivados del contrato de leasing de los vagones, gastos de personal, y demás gastos de funcionamiento.
Como ya les comentamos hace tan solo unos meses, las opiniones al respecto resultaron de lo más controvertido, puesto que su mantenimiento tendrá un impacto muy negativo sobre las arcas municipales, así como la presumible minoración del presupuesto de gasto afectado a la provisión de otros servicios públicos más prioritarios, como por ejemplo la seguridad ciudadana, el mantenimiento de plazas y parques, ayudas sociales, etcétera.
En mi opinión la principal causa del endeudamiento desmedido de los ayuntamientos es la ‘excesiva libertad’ con la que cuentan a la hora de manejar los ‘dineros’ públicos, que les lleva a confundir las necesidades de los ciudadanos con las pretensiones privadas de algunos cargos públicos, que incluso llegan a utilizarla como propia propaganda electoral con el objetivo de retroalimentar el proceso.
A grandes problemas, grandes soluciones, y tal vez la solución a este cáncer de la economía local venga de la mano de una mayor regulación, en la que de alguna manera se deben establecer topes de gasto en relación a las necesidades, haciendo corresponsables a los propios gestores para disminuir la dimensión del problema. ¿Resulta tan complicado?
Vía | Ideal de Jaén
En El Blog Salmón | Los ayuntamientos se aferran en gastar lo que sus ciudadanos no quieren
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