Trichet se ha escudado en que hay mucha incertidumbre y que hay que estudiar más la situación actual antes que precipitarse con otra subida. Puede que la crisis financiera no sea tan leve como se ha asegurado hasta ahora. De hecho el BCE ha tenido que volver a realizar una subasta extraordinaria debido a que Eonia (por definirlo de alguna forma, el "Euribor" a un día) haya superado el 4,5%, cosa desde luego muy inusual, ya que no debe de estar unas centésimas por encima del tipo de interés oficial.
Ahora el BCE se encuentra en una encrucijada bastante indeseable. Por un lado los Gobiernos de Europa y los mercados no quieren más subidas. Además muchos bancos tienen problemas con la liquidez diaria, lo que hace peligrar el sistema financiero. Y por otro las presiones inflacionistas siguen ahí. El BCE ya ha movido ficha, de momento considera que es más importante el crecimiento y dar un respiro a los mercados y los bancos que a vigilar la inflación. Pero esto no puede seguir así indefinidamente, la inflación es muy negativa para una economía.
Los únicos que pueden estar contentos son los hipotecados. A partir de hoy previsiblemente el Euribor bajará, aunque no todo lo que debería para acercarse a los tipos de interés oficiales debido a que hay una falta de liquidez y eso está empujando los tipos de interés reales (no los oficiales) hacia arriba.
Las preguntas que yo me hago ahora son las siguientes: ¿Qué habría hecho el Bundesbank en su situación? ¿Estará actuando correctamente?
Vía | El País