Como contraste, tenemos a las economías emergentes. En estos países (latinoamericanos, asiáticos o del este de Europa), en la década de los 90, no era extraño encontrarnos con cifras de inflación del 20%, del 40% o (en los peores momentos) por encima del 100%. Eso supone duplicar los precios cada año, mientras que los salarios difícilmente se mantenían... como conclusión, empobrecimiento generalizado de la población, inestabilidad, fomento del consumo inmediato frente al ahorro o la inversión... una situación de emergencia para los países y sus habitantes conocida por el nombre de hiperinflación.
Por eso, resulta sorprendente observar el ranking de las cifras de inflación actuales en estas áreas que publica The Economist:
1- Venezuela: 15.8%
2- Rusia: 13.4% 3- Argentina: 8.8%
4- Filipinas: 8.5%
6- Turquía: 8.2%
7- Brasil e Indonesia: 8.1%
8- Egipto: 6.8%
9- Colombia: 5%
10- México: 4.6%
11- India. 4.2%
12- Hungría: 3.9%
13- Tailandia: 3.6%
14- Polonia: 3.4%
15- Sudáfrica: 3%
16- Chile: 2.9%
17- China: 2.7%
18- Malasia: 2.6%
19- Perú: 2%
20- República Checa: 1.6%
Son, como se puede observar, unas cifras más que discretas que, además, vienen siendo sostenidas durante un periodo que se puede considerar significativo. Esta estabilidad en los precios está ayudando a fortalecer las economías de estos países, a favorecer la inversión y a promover el bienestar de sus habitantes. Lo deseable sería pensar que los tiempos de la hiperinflación hayan pasado.
Vía | El día después de ayer Más información | Hiperinflación en Eumed Más información | Hiperinflación y políticas de estabilización (pdf)