Después de tres años de duras y algunas veces reñidas negociaciones, Japón se dio por vencido y retiró su candidatura como base para el proyecto ITER. La nueva base será la localidad francesa de Cadarache. Como suele ser, los franceses actuaron con destreza e inteligencia, una mezcla de presión a sus aliados para conseguir su apoyo y el ofrecimiento de incentivos a los japoneses.
Por ceder sus derechos de ubicación, los japoneses se beneficiarán de una forma especial en la concesión de contratos de construcción y en la participación privilegiada en la investigación. Al mismo tiempo, el paso siguiente al ITER, un proyecto de investigación, es el proyecto Demo, que será un reactor para la generación de energía a través de la fusión. Los japoneses consiguieron el apoyo de la Unión Europea para basar este proyecto en Japón. Este proyecto se estima estará operando en el año 2035.
Hay que aprender de los franceses en esto de conseguir proyectos multinacionales. Merece la pena, ya que hay miles de millones en inversiones y miles de trabajos en juego. Hay que prometer participaciones privilegiadas a otros y hay que prometer todo lo necesario para el futuro y, si es posible, el futuro lejano. Otra vez, los franceses nos dan a todos una lección de cómo hacerlo.
Vía | El Mundo y Barrapunto Más información | Francia arrebata a España la candidatura europea del ITER