Los GenZ no están preparados para la vida laboral. Y no solo lo dicen las empresas, también ellos mismos

Los GenZ no están preparados para la vida laboral. Y no solo lo dicen las empresas, también ellos mismos
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La Generación Z está entrando en el mercado laboral, pero los datos no son alentadores. Las empresas señalan la falta de preparación práctica de los jóvenes. Los propios jóvenes de esta generación también lo reconocen y lo viven en primera persona. Un informe reciente, titulado Informe Ruta 44: visión sobre el futuro laboral de los ‘Zetas’ universitarios, revela que el 59,3 % de los estudiantes universitarios se sienten mal preparados para enfrentarse al mercado laboral, y solo el 15 % tiene confianza en su formación.

Aunque claro, como Millenial, esto me suena. No recuerdo ningún estudio equivalente para los nacidos entre 1980 y 1995, pero creo que si nos preguntaran hubiéramos dicho lo mismo. O yo hubiera dicho lo mismo. Yo hice la licenciatura en Economía, una carrera que todo el mundo me decía que tenía salidas. Pero cuando salí, tuve que aprender a configurarme la firma de Outlook.

Las empresas se quejan de que los jóvenes no tienen experiencia práctica y de que la formación universitaria no cubre las competencias requeridas (aunque eso mismo decían las empresas en la primera década del siglo XXI). Un 12,5 % de los estudiantes de último año de carrera no saben cómo realizar las tareas de sus prácticas, lo que pone de manifiesto la falta de preparación específica. Además, muchos estudiantes (49 %) no han hecho prácticas, y entre los de 4º curso, tres de cada diez no tienen ningún contrato formativo.

La emigración como salida laboral: el malestar de los GenZ

El informe Ruta 44 también indica que muchos de los universitarios españoles (82,2 %) considera que emigrar es la mejor opción para lograr un futuro laboral mejor. La falta de oportunidades en el mercado laboral español, unida a las expectativas salariales y la falta de experiencia, hace que la mayoría de estos jóvenes apunten a Europa como su destino laboral prioritario (65 %), seguido de Norteamérica (13,8 %).

Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria y en medio de la crisis de deuda soberana, en España se decía que las tres salidas de un universitario español eran por tierra, mar y aire. Aunque lo cierto es que no perdimos a toda una generación de titulados. Poco a poco los millenials o Generación Y fueron encontrando su trabajo, algunos en España y otros fuera.

Algo que me ha llamado la atención es que los estudiantes prefieren trabajar en pequeñas y medianas empresas (pymes) que ofrezcan flexibilidad, buen ambiente laboral y la posibilidad de influir en las decisiones. En cambio, las grandes corporaciones o multinacionales no son el objetivo preferido de los Zetas. Lo que buscan es un entorno que les permita crecimiento personal y donde puedan tener voz y responsabilidad, lo que refleja un cambio generacional en la percepción del trabajo.

Aquí a Generación Z se equivoca. En España por lo general las empresas grandes pagan mejor. Eso es algo que suele suceder también en el extranjero. Además suele ofrecer mejores oportunidades de crecer y obtener responsabilidad (siempre ha y excepciones, por supuesto).

Carreras universitarias y su rentabilidad en el mercado laboral

Este contexto de incertidumbre laboral también se extiende a las elecciones académicas de los GenZ. En un entorno donde las carreras universitarias deben ofrecer un rendimiento económico claro, los estudiantes se enfrentan a un panorama complicado. Las universidades españolas, como las del resto de Europa, no están logrando equipar a los estudiantes con las herramientas prácticas necesarias para desempeñar un trabajo exitoso. Hace tiempo hablamos sobre cómo un informe sobre los salarios de los graduados universitarios indica que, si bien estudiar una carrera sigue siendo rentable, no todas las disciplinas ofrecen las mismas oportunidades salariales.

En carreras como Medicina, Ingeniería o Tecnología, los graduados tienen mayores probabilidades de obtener buenos salarios. Por ejemplo, los ingenieros y médicos pueden llegar a ganar un 35% más que aquellos que solo han estudiado hasta el bachillerato. Sin embargo, las Ciencias Sociales y especialmente las Humanidades están claramente por debajo en términos de rentabilidad económica, con sueldos que apenas superan los 23,000 € anuales.

La desconexión entre la formación universitaria y el mercado laboral

Los datos confirman una tendencia que se ha venido repitiendo a lo largo de los años: hay una desconexión entre la formación académica y las necesidades reales del mercado laboral. Si bien el 71,5 % de los universitarios españoles sienten que no hay un verdadero compromiso por parte de las empresas para incorporar talento joven, la realidad es que también enfrentan la falta de oportunidades que les permitan ganar experiencia práctica, un requisito indispensable en el actual mercado laboral.

El informe Ruta 44 hace un llamado a fortalecer los vínculos entre las universidades y las empresas para mejorar la empleabilidad de los jóvenes. Además, es fundamental mejorar los programas de prácticas, que actualmente son insuficientes para preparar a los estudiantes para los retos profesionales reales.

Dentro de que me parece muy exagerado que 8 de cada diez estén pensando en emigrar hay que tener en cuenta algo, esto es algo sobre lo que pasó la Generación X, lo pasó la Generación Y, ahora le toca a la Generación Z. Toca llegar al mercado laboral con un título universitario bastante desconectado de la vida real en unas circunstancias económicas que podrían ser bastante mejores.

El mejor modo de colocarse laboralmente es a la hora de elegir la carrera en una profesión bien remunerada. Esa decisión se suele hacer a los 17 o 18 años sin tener muy claro lo que queremos tener en la vida. Es muy típico postponer entonces esta decisión.

El segundo mejor modo es hacer prácticas, asumir las carencias e intentar mejorar. Entender lo que de verdad ofrece un título (la señalización de haber pasado una serie de pruebas de cierto esfuerzo intelectual). La universidad no es una formación para un trabajo, nos ayuda a señalizar nuestra valía a empleadores. A partir de ahí, tenemos que mejorar.

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