Las negociaciones entre los sindicatos y la patronal para una reforma laboral se encontraban enquistadas hace unas semanas, pero parece que el Gobierno ha hecho algunas propuestas que están convenciendo a ambas partes. Vamos a analizar estas propuestas.
La primera es para contentar a los sindicatos, y es que cuando un desempleado se quede sin subsidio de desempleo, porque agote su prestación, se le conceda durante un año una renta de 420 euros al mes. La segunda es para contentar a la patronal y consiste en la rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social en dos puntos porcentuales. Queda descartada la creación de un nuevo contrato con indemnización por despido de 20 días por año trabajado.
Ambas medidas tienen su parte buena y su parte mala. La de crear un subsidio social permite que no se genere una bolsa de pobreza, pero también crea un estímulo para que la gente siga sin trabajar, por ejemplo si está preparando unas oposiciones a costa de todos los contribuyentes. Esa medida debe estar acompañada de una búsqueda activa de empleo y forzosa. Incluso se les podría poner a hacer trabajos no productivos si un día no tienen una entrevista (se me ocurre ayudar a la gente con problemas de movilidad a subir al transporte público, una función por la que es muy difícil contratar a alguien, por lo caro que saldría, pero que estaría muy bien que existiese).
Sobre la rebaja de las cotizaciones, la evidente y obvia ventaja es que reduce el coste salarial de las empresas y por tanto tiende a generar empleo. A una empresa, contratar a una persona, a igual salario, le sale más barato. Eso sí, el problema también es bastante obvio, la Seguridad Social va a tener problemas en el futuro y tiene que seguir ahorrando para evitarlo.
Ambas medidas, si se aprueban, tendrán un coste muy elevado para las arcas del Estado. ¿Va a ser compensado con una subida de impuestos, con más déficit, o con un menor gasto en otros temas? ¿O es que una reforma de este estilo prevee generar tanto empleo que la recaudación aumentará? Sinceramente, veo difícil que un par de puntos en las cotizaciones generen mucho empleo y si se aprueba una reforma de este estilo tendremos que aumentar los impuestos para pagarla. ¿Merece la pena?
Vía | El País
Imagen | scui3asteveo