En el día de hoy ha trascendido mediante un informe de la Administración Concursal del juzgado número doce de Madrid, que el agujero patrimonial del Grupo Viajes Marsans se cifra en los 373 millones de euros. Confirmando la paupérrima situación financiera en la que se encontraba la gestión del grupo que fué dirigido por Gerardo Díaz Ferrán.
Lo sorprendente de este culebrón es la capacidad que tuvo su antiguo propietario y gestor para dilapidar una entidad que mantenía a una gran cantidad de puestos de trabajo, siendo una de las pioneras del sector, con unas cuentas tan famélicas, y aún a sabiendas de esto, recurriendo al crédito para postergar la situación lo máximo posible.
A pesar de que este señor se ha intentado justificar en diversas ocasiones con que mantuvo una actitud 'vigorosa' con el objetivo de salvar el futuro de viajes Marsans, al final no lo consiguió porque no se resolvieron los problemas de los que realmente adolecía, como la deficiente gestión, y la instrumentalización de créditos cuya finalidad aún no ha quedado muy clara, que llegaron a diluirse entre sus empresas participadas, hasta que finalmente, estas cayeron en bloque.
El caso viajes Marsans ha sido un ejemplo más de una empresa, tal vez, demasiado apalancada que finalmente no ha podido resistir la dolorosa enfermedad de pérdida de 'credibilidad'. Sin entrar en detalles sobre si la dirección de Díaz Ferrán ha sido la más correcta, si podemos decir que cuando un grupo empieza sufrir un ciclo adverso, el recurso al crédito no es una solución por sí misma, sino que ha de complementarse con la adquisición de ciertos compromisos, que sin lugar a dudas, aunque tarde, este señor ha comenzado a echar de menos.
Vía | Reuters En El Blog Salmón | Viajes Marsans decide prescindir durante dos meses de su actual plantilla Imagen | 99312607