Coca-Cola ha sido acusada publicamente de realizar prácticas laborales y medioambientales de dudosa validez, lo cual le ha situado ante un grave problema de imagen pública. Al parecer, una organización estudiantil de la Universidad de Michigan ha difundido que Coca-Cola ha puesto en práctica, en Colombia y en India, actuaciones como el uso de aguas de regadío, la distribución de lodos contaminates como fertilizantes o la utilización de acuerdos con paramilitares para luchar contra el asociacionismo obrero.
La Universidad de Michigan, ante estas acusaciones, ha decidido vincular la renovación del convenio de colaboración con la firma (que le reportaba a Coca-Cola cerca de un millón de euros anuales) al cumplimiento de distintas condiciones, entre las que se encuentra el sometimiento a una auditoría independiente.
Evidentemente, el millón de euros ni va ni viene en las cuentas de Coca-Cola. Sí tiene más repercusión, evidentemente, el impacto mediático de una noticia de estas características. Por ello, Coca-Cola ha anunciado que, pese a que no reconoce las acusaciones como ciertas, intentará enmendarse para mejorar la imagen que de ella se tiene en el mundo.
Y es que ser una marca de prestigio, y mantenerlo, exige pelear en muchos frentes.
Vía | El Mundo