Me gustó mucho esta frase que escribe Martin Varsavsky en su blog, hablando de la compensación variable:
Me cuesta entender como una sociedad que es educada en colegios en los que claramente la recompensa (nota) está basada en los resultados escolásticos luego crezca y pretenda que todos ganen lo mismo independientemente del talento y esfuerzos realizados. Si es así por qué no empezar desde el colegio y darle la misma nota…a todos solo por ir al colegio estudien o no estudien.
Quizás habría que pensar hasta qué punto no estaremos cayendo de hecho en el "para todos café" también en el sistema educativo... Yo, como Martin, soy totalmente partidario de la compensación variable, de recompensar a cada uno según su esfuerzo y aportación. No hay nada más injusto que tratar igual a dos que son diferentes. Y sin embargo, cuando se saca este tema en el mundo de la empresa, parece que se menciona un tabú. Todo el mundo empieza a cuestionarse el "por qué a ése sí y a mí no", "los jefes dan los bonus a quienes les hacen la pelota", etc...
Sin duda, aplicar sistemas de retribución variable es algo complejo, pero por muy complejo que sea, la solución a dicha complejidad no debiera ser nunca el "bueno, pues a todos igual". Porque eso mata el incentivo del trabajo y del esfuerzo. Si voy a ganar lo mismo haga lo que haga...
Foto | Joi