Hace unos días Ángel volvió a abrir el clásico melón-debate sobre la bondad de las bajadas en el precio de la vivienda. Lo cierto es que me pilla muy mayor, y con muchos pelos en la gatera, para volver a discutir sobre un tema recurrente en los últimos años. Especialmente si, como señala Damon en el comentario n.10, cada vez que se toca se percibe un mal rollito muy fuerte. Si a eso le añadimos que no se suele sacar mucho en claro, me parece una inversión dialéctica irrentable.
Sin embargo, cada uno es como es, y no puedo evitar hablar de uno de los múltiples enunciados del tema. ¿Un descenso en el precio de la vivienda facilita el acceso a la misma? Pues no necesariamente. Y es que tengo la sensación de que se parte de estas variables como autónomas, y sin ligazón con el resto del sistema ni con nuestra situación personal. Me explico:
<li>Forma parte de las leyes económicas la <strong>existencia de una relación inversa entre el coste de financiación de algo y el valor de ese bien</strong>. Es una de las causas que explica la vertiginosa apreciación de las viviendas en España. La fuerte reducción de tipos, incluso la presencia de tipos de interés real negativo hace subir el valor de los activos (penaliza el ahorro, la liquidez, etc...). Por tanto, un movimiento en sentido contrario influye, junto con otras variables (no olvidarlo), en que los precios se contengan o bajen. Dicho de un modo un poco grosero, o bien le pago la vaca al propietario o bien se la pago al Banco que me financia. Por tanto, habría que ver hasta que punto la reducción de precios que puede haberse dado en el mercado de la vivienda se ha visto o no compensado por un encarecimiento del crédito. </li>
<li>Y es que no conviene olvidar, que salvo para una minoría, a la vivienda se accede con financiación. Seguramente habrá quien señale, y probablemente tenga razón, que el esfuerzo que supone comprar una vivienda con los tipos y precios actuales es menor que hace un año. Por seguir con el ejemplo de la vaca esto suponeque el coste de adquisición de la misma, independientemente de como se reparta entre propietario y financiador, no suma siempre lo mismo. Es posible. Pero lo que me preocupa es la<strong> restricción de la política crediticia de las entidades</strong>, de tal modo que se cierre el grifo para todos, justos y pecadores, y sólo una pequeña minoría pueda acceder a la vivienda. Me imagino a aquellos que hace un año podían, gracias a contar con un 30% de la inversión necesaria ahorrado, rifarse el Banco con el que firmarían Si prefirieron esperar a este momento, se encontraran con buenas oportunidades, pero con una menor receptividad de los Bancos, incluso en ocasiones con respuestas negativas. No se trata tan sólo de que se hayan disparado las dudas sobre el valor de las garantías inmobiliarias. ¿Por qué se van a enocntrar con esas negativas?</li></ul>
La clave esta en que estas garantías inmobiliarias pasan, como debía resultar obligado desde un principio, a un muy segundo plano. Lo que se busca es la estabilidad y seguridad en los ingresos. Los análisis e interpretaciones sobre los mismos serán mucho más duros. Ya la vemos en algunas Entidades, que buscan quedarse con la parte buena de jamón. Y me parece correcto. Pero por eso, tengo dudas, y muchas que estas correcciones, bajadas, descensos, etc...en los precios vayan a facilitar de modo general el acceso a la vivienda. Y me sorprende que muchos, que desean fortisimas bajadas crean que su situación laboral les hace inmunes a la recesión que se puede producir. Seguramente tengan entonces precios como los que desean, pero no el trabajo ni las facilidades financieras que han tenido hasta ahora.
El precio, y eso lo sabe cualquiera que haya trabajado en una empresa, no es la única llave.
En El Blog Salmón | La vivienda bajará un 30%, Los precios de casas bajarán ¿pero cuándo?
Foto | Alfonso Benayas