Supongo que todos conocemos aquel pasaje de la Biblia donde Jesucristo evita la lapidación de una mujer, acusada de adulterio, recurriendo a infundir un hálito de auto-crítica en la turbamulta. Quién este libre de pecado que tire la primera piedra....Y así salvo la vida de la mujer. Me temo que en nuestra Sociedad occidental no le hubiesen dejado terminar la frase. Suerte tendría con que no le apedreasen a él también.
También podía recurrir a aquella máxima de que el camino al infierno esta empedrado de buenas intenciones. Otra vez las piedras, otra vez aquellos que creen saber lo que es mejor para uno, que justifican los medios con los fines. Me genera un mal rollo equiparable al Mago de Oz y su camino de baldosas amarillas. ¿De qué estoy hablando?
Me refiero a todos aquellos que, a raíz de la crisis financiera estadounidense, han ido corriendo a sacar a Keynes de su tumba. Aleluya, ha resucitado. Y es que, para ellos, ha quedado demostrado que la culpa de todo este embrollo es del liberalismo y la única salvación es la intervención estatal. Supongo que incluso alguno se lo creerá de buena fe.
Pero aquellos que conocemos como funciona el sistema financiero norteamericano sabemos que de liberal nada de nada. El intervencionismo es la regla. Existen manuales hasta de como orinar según las distintas regulaciones. El sistema es tremendamente intervencionista, en el mal sentido de la palabra, si puede haber alguno bueno. Se regula y se interviene con el ánimo de justificarse, lo que únicamente añade costes y disfunciones al sistema. Aquellos que se hayan topado con el Departamento de Compliance, con la SEC, con...sabrán de que hablo.
En relación con las hipotecas subprime es sorpendente como apenas se hace referencia a la Ley de Reinversión en la Comunidad, de 1977, reforzada por el gobierno Clinton. Se trata de una Ley que obliga a los Bancos a dar prestamos a todo el mercado, evitando politicas restrictivas que, por criterios de riesgo, excluyan a colectivos concretos. Busca de alguna manera que los Bancos se comprometan en el desarrollo inversor de Comunidades marginales, o como dice el propio gobierno federal "induce a las instituciones financieras para que ayuden a satisfacer los requisitos crediticios de la comunidad en que operan, en particular en los vecindarios de ingresos bajos o modestos." Si los Bancos no cumplen con la ley, pueden tener serios problemasa la hora de conseguir autorizaciones para fusiones, apertura de sucursales...vamos, de lo más liberal. Y hay quien tiene claro como aprovecharse de eso resquicios legales.
Vemos como el sistema impulso a los Bancos a asumir un papel que no les correspondía. Si a eso le sumamos la falta de formación de los solicitantes, los bajos tipos, el crecimiento de los precios inmobiliarios, el desestructurado sistema bancario norteamericano y la ambición de algunos brokers, tenemos la bomba montada y programada. Pero que ahora no vengan los demócratas, los intervencionistas, etc...a decir que esto es cosa del mercado, y que el Estado y la intervención es la solución. La intervención es parte del problema.
Vía | Libertad Digital En El Blog Salmón | La crisis subprime es solo un detonante, el problema es otro Foto | Arpana Sanjay