El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, acaba de declarar que el comisionado de comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, debe presentar una oferta de negociaciones bastante más ambiciosa que la que ha presentado, especialmente en lo referente al nivel de reducción de las tarifas sobre los productos agrícolas. Hace un par de semanas, Mandelson puso una oferta sobre la mesa, se dice más modesta que esta última y, en pánico, el gobierno francés convocó urgentemente una reunión de ministros para criticar a Mandelson y para conseguir, como mínimo, frenar sus ofertas que ellos calificaban como desenfrenadas e inaceptables. Una de las razones por qué el gobierno francés siempre ha querido posicionar a sus ciudadanos en los altos puestos en organizaciones internacionales, la Comisión Europea, el Fondo Monetario, la OMC, el banco europeo de desarrollo, el Banco Central Europeo, etc., es para tener una línea directa que les diera influencia especial y privilegiada, ya que su hombre (o mujer en raros casos) siempre recibirá la llamada de su ministro, para contrastar ideas y para llegar a acuerdos, fuera y al margen de cualquier negociaciones y reuniones que existan.
Pues tienen a su hombre encabezando la OMC y su hombre está presionando para que Europa sea más ambiciosa en cuanto a su flexibilidad, ya que la ronda comenzada en Doha, Qatar, en 2001 (la Ronda de Doha) todavía está por concluir. Se está trabajando para una reunión en Hongkong próximamente y Lamy dice que las ofertas sobre la mesa no le ayudarán a que esta reunión salga con el impulso necesario para llegar a un acuerdo global.
Con su hombre al frente de la OMC, seguro que el gobierno francés está utilizando su influencia en favor de su dirección. Pues ahora le toca a su hombre presionar en la otra dirección en los ministerios de París para conseguir más flexibilidad. Le toca a usted Sr. Lamy.
Vía | Siglo XXI En El Blog Salmón | ¿Importamos productos o personas?, Acuerdos de comercio asincrónicos y Agricultura: no ha cambiado nada