La teoría económica de los salarios dicta que incrementos desmesurados del nivel salarial lastran las ganancias de competitividad, al encarecer los costes salariales más de lo que les correspondería por la mejora de la productividad. Una cuestión que resulta fundamental para la mejora de la productividad de un país, y más si cabe en la economía actual, en la que los recursos (capital y mano de obra) han de competir entre sí a nivel mundial.
Esta cuestión ha sido puesta sobre la mesa por parte del gobernador del Banco de España (BdE), Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), que ha afirmado que las revisiones salariales han sido muy generosas en el primer trimestre del año, cuyo incremento medio ha sido del 3,1% en lugar del 1,4% del ejercicio anterior, enfrentándonos por tanto a una grave pérdida de competitividad.
Dicho esto, yo me pregunto: ¿dónde están las subidas salariales? A mi entender, y según lo que aprecio de mi entorno, con amigos y familiares trabajando en sectores y actividades muy diversas, los incrementos salariales brillan por su ausencia, dándome a entender estas afirmaciones que los trabajadores en España deben ‘aguantar el tirón’ sine die realizando esfuerzos muy a pesar del incremento de la presión fiscal, y el incremento de precios auspiciado por el espectacular incremento de los precios de la energía.
En las distintas crisis económicas que han tenido lugar en nuestra historia reciente, salvo en la crisis petrolera de 1973, los ajustes salariales se han realizado vía precios, con contenciones más o menos severas de los incrementos salariales. La cuestión clave está en que la duración de esta crisis económica aún es incierta, y si se prolongan durante mucho más tiempo las congelaciones salariales, y sigue aumentando el nivel de precios, los españoles estamos condenados a un deterioro económico progresivo.
Vía | El Economista
En El Blog Salmón | ¿Cómo negociar una subida salarial?
Imagen | treballcat