Del análisis detallado del anteproyecto de Ley de los Presupuestos generales para el 2010 me llama poderosamente la atención el optimismo que irradia el capítulo de ingresos de la Seguridad Social. Según las previsiones, los ingresos por cotizaciones sociales ascenderán a 107.376,7 millones de euros durante el ejercicio 2010, sobre un total de ingresos estimados de 124.630 millones de euros.
Comparando con las cifras presupuestadas del ejercicio 2009 y su grado de ejecución presupuestaria, me da la impresión que el ejecutivo ha pecado de un optimismo excesivo en este capítulo de ingresos y ha realizado un apaño a tanto alzado para cubrir el epígrafe de gastos.
Para este ejercicio 2009, se presupuestaron unos ingresos de 112.436,6 millones de euros y a cierre del mes de julio, el porcentaje de cumplimiento presupuestario era sólo del 38,59%, con una desviación aproximada del 19% y 22.198 millones de euros de déficit presupuestario.
Si partimos de la premisa que la reducción presupuestaria en este capítulo de ingresos ha sido sólo del 4,5% por un importe de 5.060 millones de euros, los presupuestos de la Seguridad Social están sobrevalorados y pueden originar para el ejercicio próximo un déficit superior a los 30.000 millones de euros.
La afiliación a la Seguridad Social ha caido en picado en este ejercicio y este parámetro, intrínsecamente ligado a la evolución del empleo, no tiene visos de mejorar a corto plazo. Presupuestar ese capítulo de ingresos es injustificable, más aún cuando en los propios presupuestos del ejercicio 2009, dificilmente se consiga una recaudación de 90.000 millones de euros.
Por contra, el presupuesto de gasto de la Seguridad Social se ha realizado persiguiendo el equilibrio, con una partida de gasto presupuestaria de 124.630 millones de euros. Pero en el capítulo de transferencias corrientes (pagos de pensiones, incapacidad temporal, maternidad y otras transferencias) se ha reducido el presupuesto en 1.530 millones.
Estas reducciones no cuadran con los incrementos retributivos en pensiones junto con los análisis históricos de maternidad e IT. Con el porcentaje de ejecución presupuestaria actual, si la Seguridad Social cierra con superávit este ejercicio va a ser gracias al exceso presupuestario que se llevó a cabo en el ejercicio anterior en la partida de gastos en operaciones financieras, por importe de 10.590 millones de euros que no se ha realizado.
Pero este mecanismo de protección (a falta de analizar esta partida detallada de gasto) no se podrá llevar a cabo en el próximo ejercicio dado que esta partida de gasto se ha visto sustancialmente reducida en el presupuesto del ejercicio 2010. Bajo mi punto de vista, los presupuestos de la Seguridad social son irreales, tanto en la magnitud de ingresos presupuestados, como en el control de gasto de las partidas más fuertemente comprometidas y sería importante un reajuste de dichos parámetros a la realidad económica en la que estamos.
Vía |Presupuesto General ingresos y Gastos Seguridad Social Más Información | Seguridad Social - Control y ejecución presupuestario 2009 (PDF) En El blog Salmón | Presupuestos Generales Estado 2010