La subida del IPC y de los tipos de interés sigue asfixiando a las familias, que además en estas fechas se ven obligadas a apretarse más el cinturón para poder llegar a final de mes ante los gastos extra inesperados. La cuestión está sobre la maesa, ¿subirán los salarios el año que viene?
La Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) presentó el pasado lunes el informe de cara a 2023 en el que se recomendaba que dicho ascenso fuese del 8,23%, una cifra algo inferior al planteamiento inicial del 10%, pero que aún así satisfacía a todas las partes. El objetivo no es otro que alcanzar los 1.082 euros brutos mensuales repartidos en 14 pagas, frente a los 1.000 euros vigentes en la actualidad.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha asegurado que el riesgo de pobreza había disminuido años atrás en un 2,8%, sin afectar en absoluto a la creación de puestos de empleo y a la debacle del mercado laboral como se vaticinaba. De hecho, desde 2018, el SMI ha subido en un 36% y se han creado más de un millón de puestos de empleo, según apunta la ministra Díaz.
La otra cara de la moneda
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, aseguró haberse enterado del Informe a través de la prensa. La cuerda se sigue tensando, y además de la negativa de la patronal a que el Ministerio de Trabajo actuase como interlocutor válido en las causas de los despidos colectivos, ahora se le suma el enfado ante esta decisión.
De hecho, las patronales CEOE y Cepyme han respondido el jueves 22 de diciembre a las palabras de la ministra Díaz proponiendo un incremento del 4% del SMI, lo que lo situaría en los 1.040 euros al mes, aunque sujeto a cuanto repercuta en las cotizaciones de los empresarios agrarios y en los concursos públicos. Este comunicado lo hacen tras no acudir a la reunión que el Ministerio de Trabajo había convocado con los agentes sociales.
Por su parte, la Unión General de Trabajadores (UGT)reclama que el SMI ascienda hasta los 1.100 euros mensuales (el 10%). Además solicitan que se revise semestralmenteen caso de que se vea desbordado debido a la inflación, considerando que esta propuesta de los expertos es insuficiente al tomar como punto de partida los datos de 2022 y no considerar el impacto del IPC sobre los sueldos más bajos.
El Consejo de Ministros tomará la decisión teniendo en cuenta la participación de las rentas salariales en la economía del país, la coyuntura económica y la productividad, tal y como se recoge en el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores.
Los detalles del estudio
La Comisión Asesora presentó cuatro estimaciones diferentes del SMI con cuatro simulaciones del salario medio neto a tiempo completo en 2022, tomando como base la Encuesta de Estructura Salarial, la Encuesta Trimestral de Coste Laboral y la Encuesta de Convenios Colectivos de Trabajo.
La coordinadora de la comisión de expertos, la profesora Inmaculada Cebrián, señala que previamente a esta propuesta se plantearon otras tres posibles subidas: del 4,6% (1.046 euros), del 5,4% (1.054 euros) y del 6,6% (de 1.066 euros).
Con esta horquilla, el SMI alcanzaría el 60% del salario neto de 2022 recogido en la Carta Social Europea. Se parte de que el salario medio neto en 2020 fue de 1.856 euros y el SMI debería haber sido de 1.035 euros para formular estas nuevas cifras. No obstante, plantean una revisión semestral.
Así mismo, el SMI que se deriva de aplicar las cotizaciones sociales de cada trabajador (6,45% del salario bruto en 2023) y la retención a cuenta del IRPF en función del tipo influirá a la hora de calcular las retenciones de IRPF en la situación de 2023, con un mínimo exento de 15.000 euros anuales. En otras palabras, para que se alcance el incremento del 60% del salario medio neto 2022 será necesario eliminar las retenciones por IRPF.
La repercusión de la subida del SMI
El impacto de esta noticia no ha repercutido, de momento, en el empleo. No obstante, el Informe señala que sí que habría tenido un efecto significativo en término de reducción de la desigualdad salarial y de la renta al aumentar los ingresos de los trabajadores con los salarios más bajos. De este modo, se benéfica a la igualdad de género en el sector laboral y a un mayor abanico de oportunidades para los jóvenes, según apunta la ministra Díaz.
De igual manera, señala que esta subida del SMI debe ir de la mano de la subida de impuestos a la banca y a las energéticas. De hecho, señala que las tres grandes eléctricas crecieron un 47% antes de la aplicación de los nuevos impuestos, mientras que los salarios en España están soportando la excesiva inflación con gran dureza.
En contraposición, el grupo de expertos de Cepyme argumenta que desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno se han destruido 217.500 empleos y se han dejado de crear 145.900, por lo que esta nueva subida del SMI afectaría especialmente a las pymes, que han visto como los gastos han ascendido al 20%en los últimos meses. De igual modo, consideran que la situación afectará a los trabajadores con menor cualificación, ralentizándose la tasa de creación de empleo hasta el 2,8%.
