La creación de una área de libre comercio en Latinoamérica y el caribe supondría alrededor de 5 billones de dólares estadounidenses o alrededor del 7 por ciento del PIB a nivel mundial.
Si se creará, este mercado de libre comercio, se alentaría a las empresas de Latinoamérica a ser más productivas, uno de los grandes problemas que tienen ahora mismo la región, y por otra parte, se podrían unir las cadenas de suministro a nivel global.
También serviría para protegerse contra un ambiente de comercio internacional cada más difícil por las medidas proteccionistas que han tomado algunos dirigentes. Uno de los grandes exponentes de esto son las medidas proteccionistas del presidente de Estado Unidos, Donald Trump.
Nos podemos preguntar: ¿Por qué no sirven los actuales acuerdos comerciales en Latinoamérica? ¿Por qué hay tantos acuerdos comerciales en Latinoamérica? ¿Por qué Donald Trump no quiere comerciar con Latinoamérica? ¿Hay otras países que están interesados en comerciar con Latinoamérica?
Integrarse comercialmente de forma sencilla: la gran solución de Latinoamérica y el Caribe
La mejor fórmula para articular esta integración es evitar las arquitecturas complejas o la inclusión de temas que no son puramente comerciales que ya han frustrado los esfuerzos hacia el mismo camino en el pasado.
Con una ruta de integración sencilla y flexible, la cual concentre primero las ventajas comerciales y se construya sobre una amplia red de acuerdos comerciales existentes. Un ejemplo en que se podrían fundamentar, podría ser el acuerdo de la 'Alianza del Pacífico' que integra Chile, Perú, Colombia y México.
Es decir, si nos planteamos que una empresa de Colombia que exporta camisas a Uruguay. En principio, los aranceles están sujetos a los acuerdos comerciales entre los dos países. Pero si la tela con la que se fabrica proviene de un tercero, también va a depender de las relaciones que este tenga con Uruguay.
Las normas comerciales en Latinoamérica es una maraña de acuerdos que se han ido tejiendo en el último siglo, con un poco de simplificación se podrían conseguir grandes beneficios en poco tiempo.
Latinoamérica con el Caribe necesita avanzar de una forma mucho más agresiva hacia una área comercial regional mucho más integrada para aumentar sus exportaciones, protegerse de los ataques a nivel de comercio internacional, que cada vez son más desafiantes y estimular a las empresas para que sean más productivas.
Armonizar 33 acuerdos de libre comercio para tener una área de libre comercio
Las exportaciones de bienes intermedios, como maquinaria, cosechadoras.... entre países miembros de está área de comercio libre, aumentaría un 9 por ciento según datos de Banco Internacional de Desarrollo (BID). En el caso de los exportadores del Cono Sur podría llegar hasta el 12 por ciento, y los exportadores de Centroamérica y México con respecto al Cono Sur podría aumentar hasta el 15 por ciento.
Es decir, armonizando los 33 acuerdos de libre comercio que existen entre los diferentes países y las 47 regulaciones que rigen el contenido local de los productos se podría conseguir un mercado único que llegaría a ser de 5 billones de dólares estadounidenses, alrededor del 7 por ciento del PIB mundial.
Por tanto, no es hacer un acuerdo político para la liberación comercial al estilo de la Unión Europea, sino algo mucho más sencillo y pragmático, al menos en los primeros pasos. Los tratados que necesitan de integración en dimensión laboral, inversión de mucha burocracia y entes supranacional acaban dificultando la implementación de los acuerdos.
Para avanzar en un acuerdo de libre comercio no hace falta firmar más acuerdos, si no que se puede avanzar con las normas de origen para que los países lo utilizar para llegar a terceros países sin aranceles.
La idea de este acuerdo de libre comercio es que el 20 por ciento de transacciones que todavía están gravadas por aranceles queden libres de estos en los próximos años. Además este proceso no va a costar dinero, sino voluntad política de los países implicados y capital administrativo.
Este primer paso daría algún día a una unión supranacional mucho más ambiciosa, de forma que Latinoamérica podría convertirse en la quinta economía mundial, por detrás de la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón.
Esto se podría hacer en un momento donde las barreras internacionales al comercio no se están derribando, sino todo lo contrario, con el Brexit y la incertidumbre creada por Donald Trump en Estados Unidos.
Donald Trump descoloca al continente americano, pero China quiere fortalecer relaciones
Donald Trump sigue adelante con sus políticas agresivas respecto al comercio internacional. Latinoamérica puede estar a las puertas de un momento único dentro de su acuerdo comercial con una gran oportunidad que le permitiría actuar como una única fuerza.
Para esto, tendría que dejar atrás rencillas internas que se han ido dando en la región durante las últimas décadas. A partir de ahora ya no se va a contar con el tratado de libre comercio que integra a los países de la cuenca pacífica y asiática, e l Trans-Pacific Parnetship (TPP). Esto da paso a impulsar la creación de un área comercial propia sin depender para ello de Estados Unidos.
Una menor influencia de Estados Unidos supone una oportunidad para que países como Japón o China puedan expandirse comercialmente dentro de los diferentes países que integran Latinoamérica.
China y Japón ya han mostrado interés de querer fortalecer las relaciones comerciales con Latinoamérica. China, hace tiempo, quiere impulsar un alternativa al Trans-Pacific Parnetship (TPP) a través de un tratado de libre comercio conocido como Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP).
Para este proceso se ponga marcha, Latinoamérica debe dar un paso aprovechando la oportunidad, pero tienen que decidir qué tipo de integración desean. Mientras que el área comercial por excelencia en Latinoamérica es Mercosur, sus deficiencias son muy elevadas para plantearse una profundización y expansión.
Mientras que la 'Alianza del Pacífico' supone un mejor marco jurídico e institucional a través de favorecer no sólo la movilidad de bienes y capitales, sino también de las personas. Por otra parte, México va a reducir su dependencia de Estados Unidos, se vería fortalecido internacionalmente, en un momento en que las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) penden de un hilo.
Definitivamente, si sabe aprovechar esta oportunidad que Donald Trump les ha brindado, podremos decir que es el momento de Latinoamérica para unirse comercialmente.
En El Blog Salmón | ¿Se está frenando la globalización?
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