En la actualidad, el mundo es menos previsible. Todo queda en el aire, desde las decisiones de los bancos centrales hasta la guerra del precio del crudo. Además se añaden los ataques terroristas que tienen siempre una lamentable e irrecuperable pérdida de vidas humanas.
Existen también otras consecuencias inmediatas y negativas sobre la economía, que son difíciles de cuantificar, aunque la experiencia de los últimos atentados, suelen tener una duración a corto plazo, a menos que repitan más atentados.
El mundo tiene un nuevo escenario de tensión internacional que afecta a la economía a nivel global, ya que sea para bien o para mal. Los atentados han vuelto a poner el riesgo geopolítico en el punto de mira. Es previsible un incremento de los riesgos de tipo geopolítico a corto plazo.
En el siguiente mapa se ven los riesgos geopolíticos en Europa según artículo 'Europa Press':
Los efectos inmediatos de los atentados
En primer lugar, los atentados terroristas, como los de Bruselas y como cualquier otro desastre, tiende, a reducir la riqueza del país, por su stock de capital humano (los muertos y heridos), y por su capital físico (infraestructuras destruidas o dañadas). Pero, al mismo tiempo, se tiene a aumentar el flujo que se produce de dicho stock.
Es decir, se tiende a aumenta la renta nacional, ya que se movilizan miles de personas y abundantes medios público y privados para paliar los efectos negativos, con lo que aumenta la actividad y la renta.
En segunda lugar, un ataque terrorista como los de Bruselas tienen un efecto general sobre la confianzas y la seguridad de los ciudadanos y sobre las expectativas de los consumidores y de los inversores, ya que crea una incertidumbre en la vida diaria y en las decisiones que tienen que tomar.
Incertidumbre de los atentados
Dicha incertidumbre se genera por la acción sorpresa, en la que pierden la vida personas o sufren heridas. No hay nada peor las para decisiones económicas que la incertidumbre, los agentes económicos se pueden adaptar al riesgo y, de hecho, los inversores viven de él, pero nadie sabe cómo actuar en un entorno totalmente incierto.
La incertidumbre pura es la situación en la que se sabe nada de nada sobre la probabilidad de que un determinado acontecimiento ocurra o vuelva a ocurrir. Por lo contrario, el riesgo puro es la situación en la que, por lo menos, se tiene la incertidumbre de que probabilidad oscile entre 0 y 1, y la certeza pura es la situación en la que se sabe que la probabilidad va a ser 0 o va a ser 1.
Delante de los atentados nos encontramos, ante un caso extremo de incertidumbre, ya que no afecta sólo va afectar a la economía, sino también sobre nuestra vida diaria como personas.
¿Cuál es la reacción inmediata de los ciudadanos?
La reacción inmediata de los ciudadanos es pensar que, en lugar de ser un atentado aislado, puede volverse a repetir o puede ser parte una cadena de atentados. Este efecto que muchos ciudadanos reaccionen con miedo y, en algunas ocasiones, con pánico.
Estas situaciones son las que producen un mayor deterioro en la actividad económica, a mayor miedo mayor paralización de la vida económica.
Lo único cierto que existe respecto a los atentados por parte de los terroristas es que intentar aniquilar de manera indiscriminada al mayor número de personas y, por tanto, van dirigidos a los lugares donde pueden haber un mayor número de personas.
De aquí que exista la reacción inmediata y lógica de los ciudadanos, en los primeros momentos, días o semanas... es no pasar por los lugares públicos de mayor aglomeración de personas, es decir, en los grandes centros comerciales o edificios, transportes públicos o los espectáculos masivos.
Efectos a corto plazo en la economía
Los efectos inmediatos negativos en la economía que se han detectado son los siguientes:
Por un lado, los inversores financieros, en especial los extranjeros, reducen las exposiciones de sus carteras al riesgo del país donde se han sufrido los atentados y se ven una caída temporal de las cotizaciones de las bolsas, especialmente en las empresas relacionadas con el turismo, hostelería, ocio y seguros, que se irán recuperando lentamente.
Por otra parte, muchos visitantes al país de los atentados y turistas extranjeros cancelan los viajes que tenían contratados, por temor a que pueda ocurrir otro atentado. Estas decisiones afectan fundamentalmente al sector de los viajes, hostelería y de ocio.
Los inversores en general reducen sus expectativas a la renta variable y las aumentan en la renta fija, reduciendo la prima de riesgo de las acciones sobre los bonos. La percepción de una mayor vulnerabilidad europea frente al terrorismo, aumenta las inversiones en dólares y yenes frente a los euros, así como en oro, que experimentan un aumento considerable. Se puede ver el efecto en el análisis en EuroStoxx 50 el artículo de Marc Fortuño en 'Cinco Días':
- Por último, las familias del país de los atentados reducen el consumo de bienes y servicios relacionados con el ocio y prefieren, al menos inicialmente, quedarse en casa y viajar lo menos posible, salvo para ir al campo y a las zonas alejadas de las ciudades afectadas. Según 'el Observatorio Cetelem' muestra la comparación del sector del ocio entre los años 2014 y 2015 en Europa:
Efectos a medio y largo plazo en la economía
Los efectos a medio y largo plazo derivados de los atentados y, en general, de una mayor vulnerabilidad por los países europeos ante este tipo de actos terroristas, ante un atentado potencial pero no esperado, van a ser, una mayor demanda de seguridad por parte de los ciudadanos, para evitar que este tipo de atentados vuelvan a pasar.
Dicha preferencia por la seguridad obliga al gobierno del atentado, así como a otros gobiernos y a la Unión Europea, a aumentar su gasta en inteligencia, seguridad y control reduciendo el gasto de las otras partidas presupuestarias, sin duda más productivas.
Guerra, ¿Temor o Deseo?
Desde los atentados en París, Francia ha estado bombardeando objetivos del Estado Islámico en colaboración con otras potencias internacionales y el gobierno francés sigue con la voluntad de seguir haciéndolo. Los atentados de París sirvieron de catalizador para que otros países se unieran a Estados Unidos, Francia y Rusia en el lanzamiento de ataques áreas contra sus posiciones. Este escenario bélico genera una situación de incertidumbre que amenaza la débil economía global. Las implicaciones a medio y largo plazo en la economía mundial en términos de incertidumbre y seguridad son complejos de valorar.
Los niveles de inversión son muy débiles en todo el mundo, los países emergentes están en su peor momento durante el último cuarto de siglo, el comercio mundial languidece con las importaciones de China contrayéndose a ritmos del 20 por ciento anual y los mercados financieros están sobrevalorados de los billones de dólares imprimidos por los bancos centrales.
En este escenario, un conflicto bélico podría frenar la recuperación. La economía global se debate entre la recuperación de Estados Unidos, la debilidad de los países emergentes y las pobres cifras de inversión productiva y de comercio global. Sólo con el tiempo se verá cuál va a ser el impacto del escenario geopolítico sobre todas estas variables.
Los efectos del petróleo
Uno de los factores que han ayudado a la recuperación de la economía de los países importadores de petróleo como España y Europa en los últimos tiempos ha sido el desplome del precio del petróleo, que ha servido para aliviar el gasto de las importaciones y mejorar la renta de las familias. Por tanto, la recuperación depende en gran medida de que el petróleo siga barato.
El escenario de Oriente Medio abre ahora un escenario para el petróleo en el que el barril de crudo barato no está garantizado. Se plantean varios interrogantes con lo qué ocurrirá con las exportaciones de la región y con los oleoductos que pasan por Siria y llevan el petróleo hacía Europa.
Los atentados, impacto económico temporal
Cómo efectos conclusión podemos coger como ejemplo los últimos atentados en París, en el que el país ha vuelto a recuperar su papel de motor económico de la Unión Europea. Después de los atentados en París, la economía sufrió cierto efecto coyuntural, sobre todo en la confianza de los consumidores y en el turismo, pero que no se ha mantenido a largo plazo.
El Producto Interior Bruto (PIB) en Francia registró un crecimiento de 0,3 por ciento entre julio y septiembre del 2015, según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia. Estas cifras ponen al país en camino de cerrar su mejor ejercicio desde el 2011. En el segundo trimestre, el PIB registró un crecimiento económico nulo, mientras que en el primero había alcanzado un aumento del 0,7 por ciento.
Los ataques ha tenido un impacto negativo en los sectores turísticos y de viajes, pero se ha ido diluyendo conforma ha pasado el tiempo y que no es duradero. El turismo tiene un peso del 7,5 por ciento del PIB total en Francia.
Este gráfico nos muestra las previsiones de crecimiento para las principales economías de Europa del 'Faro de Vigo':
En El Blog Salmón | El terrorismo islamista pone en riesgo la recuperación económica de Europa
Imagen | Cordon Press