“Con amigos como éstos para qué quiero enemigos", dice el refrán… Lo cierto es que Grecia está sufriendo su propio tsunami a costa de los “amigos europeos” que le dieron vuelta la espalda. La crisis griega es interminable y ayer el FMI señaló que los recortes a la deuda helena deben ser mucho mayores a todo lo que se había pensado... Hasta el FMI se hace a un lado a la hora de enfrentar la crisis griega. Pese a que la deuda helena es de apenas el 2,5 por ciento de toda la deuda de la zona euro (como nos recuerda la portada de Handelsblatt), Wolfgang Schauble ha hecho un escándalo digno de una película de piratas.
Lo que oculta Schauble es que quiere una moneda única sólo para los países que se la merezcan, es decir Alemania, Austria, Holanda, Finlandia y Luxemburgo… el resto tendrá que abandonar el euro y asumir los costos del despilfarro. Léase España, Italia, Portugal… Grecia.. incluso Francia... Tema que hay que tomar en cuenta, y algo que no es para menos si pensamos que Italia debe la friolera de 2.218.200.000.000 euros, es decir siete veces la deuda griega, por la que toda Europa (y especialmente España) la ha condenado.
Al igual que en Grecia, la deuda pública de Italia ha escalado un 90 por ciento desde los “rescates” de la UE. Sin embargo, a diferencia de Grecia, Italia tiene otra armas para contrarrestar a Schauble y Merkel y exigir explicaciones por ese aumento. Algo que en algún momentos deberán hacer los gobiernos españoles cuando asuman que su deuda es la segunda después de la italiana..… Por eso que la situación es tan apremiante. A la hora que Francia e Italia decidan sumarse al cortejo griego vendrá el fin de la UE. Alemania quedará sola con sus socios del norte y eso será el fin de la moneda única, un proyecto que desde siempre ha sonsacado las burlas de los teóricos de Estados Unidos. Esta vez, lejos de lo que habíamos apostado, se podría marcar el fin de la UE.
Desafiando a Schauble
Si hay un gobierno que en estos momentos puede desafiar la hegemonía de Schauble es el de la Francia de Francois Hollande. El mandatario francés ha detectado buena parte de las maquinaciones destructivas de Schauble y aprovechó los discursos del día nacional de Francia (14 de julio, Toma de la Bastilla) para arremeter contra Schauble y su destructiva hegemonía. Todo lo que Hollande no ha podido decir en las reuniones a puertas cerradas del eurogrupo donde solo habla Merkel y Schauble (ver entrevista a Varoufakis), las dijo en el día de Francia. Hollande apuesta por una Unión Europea verdadera y quiere mantener a todos los paises del sur dentro de la moneda única a como de lugar. Asi lo expresó Hollande en los canales de la televisión francesa: "La zona euro es una garantía de la Unión Europea, necesitamos un gobierno económico que valide esa garantía".
Bajo un gobierno económico los franceses entienden el control político de la firmeza del euro con un Banco Central Europeo que efectivamente cumpla al rescate de los países en problemas con el rol que le cabe a todo banco central de ser prestamista de última instancia. El BCE no ha sido prestamista de última instancia para Grecia por obedecer lo dictados de Schauble. ¿Es ésto un banco central independiente? La farsa de la UE la desenmascara Hollande al pedir que se relajen los criterios de Maastrich y exigir una política monetaria más orientada a la de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Francia es incapaz de cumplir con los criterios de déficit de Maastricht y el tipo de cambio del euro frente al dólar es demasiado alto para sus exportaciones. En este sentido, Francia está en la misma situación de Italia y Grecia, y requiere de un plan B. Para que un plan B tenga sentido se debe convertir al eurogrupo en socio y no en enemigo. Pero finalmente son las ideas de Schauble las que mandan y si éste las objeta no hay negociación posible. Ante esta tiranía, la UE va directa al despeñadero.
En El Blog Salmón | Grecia en situación límite, Krugman se equivoca: el euro es más fuerte que el dólar