La Unión Europea tiene una baza para que no compremos coches de combustión después de 2035: los combustibles sintéticos serán tan caros que no merecerá la pena

La Unión Europea tiene una baza para que no compremos coches de combustión después de 2035: los combustibles sintéticos serán tan caros que no merecerá la pena
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Queda una década para que tengamos que despedirnos de los coches de combustión, puesto que, a partir de 2035, todos los vehículos que se fabriquen deberán ser cero emisiones. Ciao, gasolina; arrivederci, diésel. Por lo menos, como los conocíamos hasta ahora.

Según el RACE, si nada cambia, en estas fechas los fabricantes no podrán vender coches con motor de combustión que utilicen gasolina o gasóleo como carburante, así que... ¿llegará la revolución eléctrica y un buen golpetazo a la cartera? Lo segundo, está más claro que primero.

¡Solo eléctricos! ...bueno, e-fuels también

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recientemente reelegida, declaró el pasado julio que su objetivo es que solo se vendan coches eléctricos nuevos a partir de 2035.

¿Hay una ventana de oportunidad? Pues sí, porque, ya ha matizado que pretende hacer una modificación de las políticas para permitir los e-fuels, conocidos como la gasolina verde y sin emisiones.

El movimiento, no obstante, es más estratégico que realista, porque no hay e-fuels para todos. Podremos salvar millones de coches de gasolina, pero no es más que una solución complementaria al coche eléctrico.

Se calcula que 28 millones de vehículos podrían beneficiarse de los e-fuels para 2035 y, aunque los protocolos de validación de estos combustibles demuestran que podrían aplicarse a motores, gasolina (a partir de 2014) y diésel (2019), hablamos de casi 300 millones de coches en Europa.

Un 9,3 % del parque automovilístico. No está mal, pero resulta insuficiente.

A todo lo anterior, debe sumarse que, a finales de 2023, un litro de e-fuel tenía un coste prohibitivo: 2.800 euros/litro. No obstante, se espera que esto descienda rápidamente, y ya se hacían estimaciones menores a 2 euros/litro durante la próxima década en un amplio artículo documentado por El Confidencial. Sin embargo, para alcanzar precios similares a los que podemos barajar a día de hoy, quizá tengamos que esperar hasta... 2050.

Y hay otra mala noticia.

No hay e-fuel para todos

Además, los e-fuels son combustibles sintéticos, neutros en emisiones de carbono, que tienen las propiedades físicas y químicas de los actuales, pero que requieren de procesos relativamente complejos de fabricación, si bien la adaptación sería menor que la industria basada en hidrógeno o electricidad.

De igual modo, se podría aprovechar las cadenas de distribución y almacenaje, lo que da una ventaja diferencial. ¿El problema? Como han valorado grandes fabricantes, como Porsche, Audi o Toyota, no habrá e-fuel para todos, mucho menos en el corto plazo. Ni para 297 millones de coches europeos, ni para los 1.300 millones de vehículos que hay en el mundo.

En España, según el RACE, el menor poder adquisitivo de los trabajadores, la falta de infraestructura de recarga y el coste de un coche eléctrico, han supuesto grandes dificultades para la modernización del parque automovilístico, y visto el resultado del Plan MOVES III, cuyos plazos se han ampliado en repetidas ocasiones, todo indica que seguirá igual.

Objetivo: neutros en carbono

El grupo Stellantis, fabricante de marcas como Fiat, Peugeot, Opel, Jeep y muchas otras, solo quiere vender coches eléctricos en Europa a partir de 2030. Su objetivo es ser neutros en carbono para 2038.

En cualquier caso, las políticas europeas parecen tomarlo más como una suma de esfuerzos que como una apuesta única. Quizá es inteligente diversificar opciones (con e-fuels), visto que el coche eléctrico sigue siendo minoritario en Europa, con una cuota de mercado del 14,2 % a finales del año pasado, y donde, pro el momento, solo China ha hecho grandes esfuerzos.

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