En el sector de las startups tecnológicas, los casos con mayor impacto se caracterizan, a menudo, por contar con grandes cifras. No sólo en usuarios, en rondas de financiación o en valoración económica. También en los salarios de sus fundadores. Se tiende a pensar que están muy bien pagados. Pero, ¿eso se corresponde con la realidad? Juzguen ustedes mismos: un estudio revela que la inmensa mayoría está por debajo de los 50.000 dólares al año.
Como decía, a veces se tiende a pensar que los que ponen en marcha una startup cuenta con emolumentos envidiables. En muchas ocasiones, de seis cifras. Y nada más lejos de la realidad. El común de las compañías no cumplen con esa imagen y ahora un estudio le ha puesto cifras.
La compañía Compass ha sido la encargada de recoger los datos, publicados en The Next Web, de más de 11.000 startups en todo el mundo. Y la principal conclusión es que, sin hacer distinción de lugares, más de la mitad de los fundadores tienen un salario no superior a la barrera de los 50.000 dólares. Algunos datos interesantes:
En Silicon Valley, cuyo coste de vida es bastante alto, tres de cada cuatro ganan menos de 75.000 dólares al año, y seis de cada diez menos de 50.000.
Conscientes de la importancia de tener algo tangible para ganar más. Mantienen su sueldo por debajo de 45.000 dólares hasta que no tienen un crecimiento alto en su producto. Con un producto maduro, la media se sitúa en los 70.000.
India, con amplia diferencia, y Toronto son las zonas del mundo con mayor austeridad entre los fundadores.
Es un estudio y no la verdad absoluta. Desde mi punto de vista, a los datos les falta el segmento de la edad, pues un emprendedor con 27 años no tiene las mismas necesidades en zonas como Silicon Valley que uno con 45. Pero, al margen de esas limitaciones, sí que creo que puede echar por tierra esa imagen generalizada de los fundadores de startups nadando en la abundancia.
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