Desde que el empresario catarí Abdullah Al Thani abriese el melón el día 10 de diciembre del pasado año con la adquisición del Málaga Club de Fútbol SAD, después llegó el turno del indio Ahsan Ali Syed que adquirió el pasado 28 de enero el 80% de las acciones del Racing de Santander, ahora se especula con una posible venta del Getafe CF a algún empresario árabe.
Después de tanta noticia en el mismo sentido, me pregunto: ¿qué interés pueden tener personalidades tan ajenas a nuestro país sobre un equipo de fútbol?
En mi opinión, los clubes de fútbol son sociedades que también han notado la crisis mediante una caída de los ingresos, de los publicitarios especialmente, y que deben afrontar unos muy inelásticos costes fijos, como es por ejemplo la gran masa salarial que deben satisfacer a sus jugadores. Ya podemos contar algunos casos de clubes más pequeños, de categorías inferiores como el Real Jaén, que tienen serias dificultades para abonar los salarios a sus jugadores, poniendo en peligro la viabilidad y la operatividad de dichos clubes. Viéndose forzados a tomar decisiones de este tipo para continuar con su viabilidad.
Es posible que estos empresarios tengan ambiciosos proyectos para estos clubes, pero creo que las razones que les han llevado a tomar sus respectivas decisiones escapan a los objetivos puramente futbolísticos, constituyendo posiblemente el primer paso para una inmersión económica en nuestro país, con una sociedad donde el balompié es un escaparate con un incalculable valor para los futuros negocios que se puedan desarrollar.
En El Blog Salmón | El Madrid-Barcelona, un ejemplo de desconcentración económica Imagen | worldeconomicforum