He hablado muchas veces en estas páginas en contra del despilfarro estatal con ayudas indiscriminadas a empresas privadas alrededor del mundo.
Dentro de esas conversaciones he exigido que cualquier ayuda debe estar condicionada para que, si el Estado está inyectando fondos públicos, el Estado debe adquirir derechos de decisión. Cómo mínimo, los Estados deben tener presencia en las altas esferas de toma de decisión de las empresas que se ponen en la cola de ayudas.
Si toman nuestro dinero, deberán tener en cuenta nuestras opiniones. Si vamos a estatizar la economía, que sea con poder de decisión nuestro.
Otra forma de hacerlo es el camino tomado por los Estados Unidos donde el gobierno ha establecido reguladores que supervisan las actividades de los sectores que han recibido ayudas, aunque hay duda sobre el poder legal de estos zares.
Como sabemos, el sector financiero estadounidense ha recibido muchas ayudas de su gobierno y, ahora que los resultados financieros de muchas de estas financieras y bancos están siendo jugosos, ha comenzado un debate sobre el nivel de compensación y de sobre-sueldos que estas financieras deben pagar a sus ejecutivos.
El zar custodiando al sector financiero ha anunciado que piensa reducir los sueldos de los altos directivos y de los mejor pagados de forma importante, hasta en un 90%.
Como estos ejecutivos están recibiendo compensaciones millonarias, quedarse con sólo el 10% de su sueldo todavía les deja para comer, y comer bien.
Si empresas se van a convertir en parte del ámbito estatal, con ayudas cuando las cosas no van bien, esto convierte a los ejecutivos en funcionarios.
Como tal, no deben esperar cobrar sueldos millonarios, con trabajos asegurados por dinero público.
Vía | BBC News y New York Times (los dos en inglés)
En El Blog Salmón | Condicionar las ayudas les fuerza a pensar dos veces