El castillo de naipes que representan las comunidades autónomas españolas sigue cayendo si observamos la evolución del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) de 2013. A los 9.073 millones de euros que solicitó Cataluña hace un par de días se suman hoy las peticiones de la Comunidad Valenciana, con 1.598 millones, y de Murcia, con 630 millones.
El objetivo en los tres casos es el mismo: cubrir los vencimientos de deuda y el límite de déficit del 0,7 %. El tipo de interés del 5,5 % a diez años con dos de carencia que ofrece el FLA es, desde luego, mucho más rentable que el interés medio del 8 % que ofrecen unos mercados internacionales que ya han dejado bastante claro que no se fían de las autonomías. El FLA de 2013 está dotado inicialmente de 23.000 millones de euros. La suma de las tres peticiones de rescate de estas comunidades que ya están encima de la mesa ascienden a 11.301 millones de euros. De esta forma, en tan sólo un mes hemos quemado el 49,13 % del FLA. Si tenemos en cuenta que las adhesiones al FLA del resto de comunidades se sucederán en cadena en las próximas semanas, ¿ha hecho el Gobierno bien los cálculos o se quedarán cortos los 23.000 millones presupuestados?
El futuro no es nada halagüeño para nuestro país. Con las puertas a la financiación de los mercados internacionales cerradas para las comunidades, el Estado se ha convertido en un prestamista sin dinero obligado a cubrir los gastos de unos prestatarios irresponsables que necesitan ese dinero para pagar los excesos de unos años de bonanza económica que nunca volverán a repetirse.
Como ya señalé en una ocasión, el fondo de rescate no debe ser un mecanismo de financiación de las malas gestiones económicas. Las comunidades deben aprender a gestionarse ellas solas con las transferencias que reciben del Estado y aprender de una vez por todas contener y racionalizar sus gastos. De no ser así, ¿para qué ha servido la descentralización?
Vía | Expansión En El Blog Salmón | El fondo de rescate no debe ser un mecanismo de salvación de las malas gestiones autonómicas, El principio de ordinalidad, una buena idea y Baleares es la séptima comunidad que pide el rescate Imagen | rahego