Las crisis económicas son épocas de cambios en las que se configura un nuevo escenario social y económico, y en las que por lo general, las regiones con mayor nivel de desarrollo economómico y/o fortaleza tienden a sobreponer su potencial, ampliando las diferencias entre aquéllas regiones que son capaces de hacerlo y aquéllas que quedan rezagadas por no poseer el empuje necesario.
Esto mismo es lo que está sucediendo en nuestro país, una nación que alberga Comunidades Autónomas con un nivel de desarrollo muy diverso, y en el que las comunidades más ricas, como Madrid y Cataluña (con un total de 1.551 y 1.145 empresas de nueva creación en el mes de noviembre respectivamente) están concentrando a la mayoría de las empresas de nueva creación, y sus empleados obtienen una renta mucho mayor que los que residen en otras Comunidades Autónomas, que tal y como se muestra en un artículo de Cinco días, el sueldo medio de los madrileños supera en 9.800 euros al de los extremeños, confirmando que las diferencias económicas entre las regiones españolas cada vez son más holgadas.
Si analizamos este comportamiento, la respuesta puede resultar bastante obvia, cuando hay dos ciudades como Madrid y Barcelona que acaparan la mayoría de la inversión en infraestructuras, siendo impensable que otra ciudad dentro de nuestras fronteras les plante cara. Las empresas tienden a localizarse en aquellos lugares donde las infraestructuras le permiten desarrollar sus actividades empresariales de la manera más cómoda posible. Pero a consecuencia de lo anterior, el mercado laboral se desarrolla por vías diferentes, hasta el punto de que estas diferencias, cada vez más abultadas, se trasladan a la economía real, existiendo cada vez hay más diferencias regionales, diferencias cuya percepción aumenta cuando la coyuntura no es favorable.
En teoría existe una política de redistribución de rentas, o al menos es uno de los objetivos a abordar con los Prespuestos Generales del Estado (PGE), objetivo que puede ponerse en entredicho, cuando hay regiones cuyo desarrollo presente y futuro depende cada vez más de lo bien o mal que lo hagan otras en el terreno económico.
Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | Los dos bandos en la guerra fiscal entre autonomías
Imagen | bizilagun