Si la crisis está trayendo algo bueno a España es que está reduciendo nuestro elevado déficit comercial. En los dos primeros meses del año el déficit comercial se redujo, frente al año anterior, casi un 40%, debido a que las importaciones cayeron más que las exportaciones. Es decir, nuestra bajada de consumo está afectando fuertemente a nuestras importaciones.
Esto es una buena noticia, pues como ya explicaba hace treinta años Enrique Fuentes Quintana, un país es como una gran familia, y si se gasta más de lo que se ingresa, al final se llega a una situación insostenible. Este desequilibrio que ya duraba mucho tiempo al final se ha venido a romper por el sitio que más duele, por el del paro.
Es decir, se ha generado paro y el déficit comercial ha dejado de aumentar. La salida a los desequilibrios de la economía española, en lugar de intentar atajarse con políticas que encaminaran al país a la senda correcta, se están corrigiendo a la fuerza por el mercado. En lugar de intentar mermar este déficit exportando más conocimiento, tecnología, o producción con mano de obra especializada (no podemos competir en precios con el este de Europa o con Asia), se va a mermar de forma automática al aumentar el paro.
Lo bueno de todo esto es que cuando seamos ahorradores netos estaremos mejor preparados para crecer de nuevo. Pero sería interesante también aprovechar para convertirnos en un país más exportador y así reducir la dureza de la corrección y hacer más sostenible nuestra recuperación.
En El Blog Salmón | Devaluar la moneda sin poder hacerlo
Vía | El Economista
Imagen | Elsie