Durante el periodo de más anuncios de ayudas en Estados Unidos, crearon el Troubled Asset Relief Program (TARP), un fondo para comprar activos problemáticos de las entidades financieras y para dar otra clase de ayudas también.
Hace unos días, Neil Barofsky, que dirige el TARP, declaró delante del comité político del Congreso que supervisa estos temas. Además, el TARP acaba de publicar su informe anual sobre sus actividades que también habla de las condiciones que encuentra en su entorno.
Durante esa declaración, Sr. Barofsky mencionó que, si todas las promesas de apoyo anunciadas por el gobierno estadounidense se hicieran efectivas, la suma total de su desembolso sería $23,7 millones de millones. Y estos son sólo los compromisos estadounidenses a través del TARP, ya que hay más compromisos fuera de TARP.
También dijo que no esperan que tendrán que hacer frente a la totalidad de esta cantidad, ya que este es el peor caso y esperan que las cosas irán bastante mejor.
$23,7 millones de millones es igual al 39% del PIB mundial, igual a 1,7 veces el PIB estadounidense e igual a 14,8 veces el PIB español.
Aunque no esperan que llegarán a tener que hacer frente a estas cantidades, si las cosas no salieran y los problemas continuaran, como dicen algunos, incluso en estas páginas, esta cifra son los compromisos ya asumidos y las ayudas ya prometidas.
Este nivel de exposición del gobierno estadounidense es espectacular y demuestra el error de los que han apoyado seguir por el camino del despilfarro. No sólo eso, los que más han apoyado el despilfarro piden aún más.
O una de los dos. Si esta clase de ayudas funcionan, con estas cantidades estratosféricas, deberíamos estar saliendo de los problemas sin ningún retraso. Si no estamos saliendo de los problemas, es que esta clase de ayuda no funciona.
Lo increíble es que los mismos que apoyan las ayudas dudan que hemos salido de las dificultades y siguen pidiendo más. ¡Todavía no ven el fracaso de este camino!
Sea lo que sea, el camino de más ayudas no puede ser el correcto.
Como ya he hablado bastante en estas páginas, primero, pienso que las cosas no eran tan malas como decían y que el discurso pesimista repetido hasta la saciedad emperaró las cosas. Segundo, pienso que estamos en camino de salir de estos problemas, y no desde hace poco.
Tercero, pienso que, aunque algunas ayudas podrían haber sido necesarias en casos muy concretos, el despilfarro indiscriminado sirvió para entorpecer y retrasar las medidas necesarias. Cuarto, las cargas que este despilfarro nos ha dejado son un peso que entorpecerá el crecimiento futuro.
Vía | BBC News (en inglés)
En El Blog Salmón | No cedieron a las amenazas de los accionistas y Paul Krugman pide más despilfarro
Más información | Informe de TARP (PDF)