La ley de la oferta y la demanda en los negocios ilegales

La ley de la oferta y la demanda en los negocios ilegales
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En Nada es Gratis, estiman que la legalización de la cocaina generaría 800 millones de euros en ingresos por impuestos, un artículo muy en línea con la estimación de ingresos que se pueden obtener por la legalización de prostitución y hachís que ya comenté hace tiempo en estas mismas páginas. Pero como siempre que se saca a colación estos temas, existen muchas voces que se alzan en contra de estas medidas y que mantienen que la prohibición es el camino a seguir.

No estoy de acuerdo, pero lo que es obvio que no se deben mantener situaciones en economía sumergida, sean legales o no y cada vez que se aplica una medida que quiera erradicar una actuación ilícita, las sanciones se aplica mal. Para erradicar estas situaciones, hay que atacar por el lado de la demanda y nunca de la oferta, tal y como dice Lewitt en Superfreakonomics.

El tráfico de drogas es un negocio que mueve una ingente cantidad de dinero mediante mafias organizadas alrededor de todo el mundo. A nivel mundial, se persigue a los camellos y a estas mafias y sólo en algunos paises se penaliza a los consumidores.

Por cada red de traficantes que cae, consiguen aumentar el precio de las drogas, entrada de nuevos camellos en escena y no logran desincentivar el consumo. Si se penalizara fuertemente al consumidor, los efectos en el mercado de las drogas serían distintos.

Es decir, existirían menos consumidores de drogas para la misma oferta que harían que disminuyera el precio y desincentivarían fuertemente el consumo de drogas. Imaginemos que la policia cogiera a una persona con un gramo de cocaina o metiéndose una raya. Una multa de 50.000 euros por ejemplo, es lo suficientemente desincentivadora para que te plantees dejar de drogarte.

Imaginemos este mismo criterio en otras actividades de economía sumergida, como no tener la factura de un fontanero por un arreglo en casa o de un taller mecánico. En lugar de sancionar al fontanero, hay que quitar de la circulación al cliente que no obliga a la emisión de la factura con una módica sanción de 50.000 euros.

Este tipo de penalizaciones económicas son las que consiguen cambios en la conducta de los ciudadanos y disminuyen de manera importante actividades en economía sumergida. Los políticos y gobiernos de todo el mundo también lo saben, pero claro está, quizá no interese erradicar estas conductas económicas tan nocivas, ni abogando por la legalización ni por su total erradicación.

En El Blog Salmón | ¿Qué es la oferta y la demanda?, España, plataforma logística de las drogas en Europa
Imagen | Valerie Everest

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