Momentos cruciales vive el gobierno irlandés para enfrentar la delicada situación que atraviesa producto de las falencias de su sistema financiero. Aunque Irlanda tiene un financiamiento sólido hasta mediados del próximo año, la desesperada situación de la banca y la especulación del mercado de bonos ha disparado el rendimiento de sus bonos a alturas insospechadas. La gráfica recoge el rendimiento de los bonos de deuda soberana de los últimos tres años para Irlanda y Alemania y, fijaros bien, cómo al principio del período el rendimiento de ambos está casi al mismo nivel, pero en el curso de la crisis el de los bonos irlandeses se ha disparado mientra el de Alemania ha descendido.
La evolución de la crisis ha sido desastrosa para Irlanda, que asumió hace dos años el rescate a la banca con la sana esperanza de que la crisis se resolvería rapidamente, como dijeron algunos expertos. Muchos hicieron pensar que esta crisis era de curso rápido al tratarse de una simple crisis de liquidez. Pero, lejos de eso, esta crisis ha sido siempre una crisis de solvencia por los abusos del sistema financiero para la creación de derivados y sofisticadas operaciones de alto riesgo.
El gobierno irlandés está siendo presionado por la Comunidad Europea, el BCE y el FMI, pero no puede ser forzado si quiere gestionar esta crisis por si mismo, aunque la presión de esta troika vaya en aumento. El problema es que los bancos más comprometidos con la deuda de Irlanda son de Alemania, Francia y el Reino Unido, que han rechazado de raíz la propuesta de Irlanda de pagar el 45% del monto nominal de la deuda. Esta operación es bastante razonable si pensamos que los precios de los bienes inmobiliarios, donde se centró el foco de la especulación, han caído más del 60%.
Esta segunda gráfica da cuenta que el monto de los préstamos se ha disparado no sólo para Irlanda, sino también para Portugal. El rendimiento de los bonos de deuda de estos países ha seguido la misma tendencia de los de Irlanda. Por eso Portugal es el país al cual se dirigirán los ataques una vez concluido el caso de Irlanda. Será la próxima ficha de este dominó al cual apuestan en forma masiva los grandes especuladores financieros. Esto ha llevado a Angela Merkel a señalar enfáticamente que cualquier rescate futuro para Europa deberá imponer mayores pérdidas a los tenedores de bonos. Es la pugna de intereses que hay entre Alemania y el BCE, y es lo que quiere aplicar Irlanda. Pero la idea no gusta ni al BCE ni al FMI.
El incremento en el costo de los préstamos levanta una vez más el espectro de una reacción en cadena de bancos y de incumplimientos soberanos que probablemente provocaría una caída del sistema financiero mundial. La amenaza de una ruptura de la moneda única europea, que remitió en la primavera con el rescate de Grecia y el establecimiento de los € 750.000 000.000 del Fondo de Estabilización Financiera, ha surgido una vez más. Así lo declaró el presidente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy: “Estamos en una crisis de supervivencia; el futuro de la Unión Europea está en juego”. La actual crisis que vive Europa es también la crisis del euro, y el fracaso del euro podría poner fin a la unidad europea. Todo está en juego.
El paquete de rescate para Irlanda se estima en € 80 mil millones, pero con él Irlanda pierde el control sobre su política fiscal y económica. Además, Dublín rechaza los altos intereses que cobra el BCE por este préstamo y que llegan al 8%, y no está dispuesta a pagarlos. ¿Por qué el Banco Central Europeo no le presta directamente el dinero a los grandes bancos que están en problemas y que desataron la debacle?.
Desde mediados de los años 90 hasta el inicio de la crisis, los banqueros aprovecharon las bajas tasas de impuestos para generar inversiones y facilitar la burbuja inmobiliaria que dió a Irlanda el apodo de “Tigre Celta”. Siguiendo la corriente de gran parte del mundo, los felices años 90 registraron colosales inversiones con dinero especulativo que desembocaron en el sistema bancario y alimentaron la burbuja inmobiliaria hasta su reventón el año 2008.
Con tan sólo 4 millones de habitantes, Irlanda ya ha recortado más de 14 mil millones de euros en gastos presupuestarios desde 2008 y está preparando nuevos recortes por 15 mil millones de euros para los próximos cuatro años. Dado el volumen de su población, esta cifra es cuatro veces mayor a la de los enormes recortes presupuestarios introducidos recientemente por el gobierno de David Cameron en el Reino Unido.
En las últimas semanas se ha visto una ola de retiros de depósitos de los bancos de Irlanda, que ahora son totalmente dependientes de los préstamos del Banco Central Europeo para su supervivencia. Los bancos extranjeros tienen grandes inversiones en estos bancos, y el Reino Unido es quien tiene la mayor exposición: 140 mil millones de libras, según las nuevas cifras del Banco Internacional de Pagos. Los bancos alemanes, franceses y de Estados Unidos, también tienen decenas de miles de millones invertidos en el sistema bancario de Irlanda. El llamado “rescate a Irlanda”, es, en verdad, el rescate a estos bancos.
En El Blog Salmón | ¿Por qué no se debe dejar caer al sistema financiero?, ¿Por qué se rescató a los grandes bancos?