Ayer, Javier nos trajo un interesante análisis sobre el futuro de la alimentación a nivel mundial y qué se debe hacer para asegurar su suministro a una amplia y creciente población mundial.
Uno de los problemas modernos que se ha visto es que la agricultura ha seguido cada vez más el camino de Brazil, de convertir productos agrículas a energía. Brazil lo ha hecho hace décadas, conviertiendo caña de azucar a alcohol que se utilizaba como combustible y la novedad ahora es utilizar los cereales para crear biocombustibles que ha hecho que se ha desviado millones de toneladas de estos cereales para uso energético reemplazando su uso para consumo.
Un oligopolio controla
Muy importante, también, es el análisis que nos trae la organización no gubernamental (ONG), Oxfam, sobre la alta concentración del control que existe en el mercado de los cereales y cómo este oligopolio funciona.
Oxfam nos detalla que el mercado mayorista mundial de cereales está controlado por cuatro empresas conocidos como los comerciantes ABCD:
- Archer Daniels Midland (ADM - Estados Unidos)
- Bunge (Argentina)
- Cargill (Estados Unidos)
- Louis Dreyfus (Francia)
Las tres últimas son de capital privado y todas controladas por familias y están muy poco reguladas en sus actividades, que abarcan todo el mundo. Como el control de estas cuatro empresas llega a 90% de algunos cereales importantes, su posición en estos mercados y su actuación a favor de sus intereses privados son de interés global, o deberían ser.
¿Cómo y donde operan?
Operan en toda la cadena de distribución; de sus compras de los agricultores, algunas veces financiando estas actividades para controlar aún más lo que hacen, hasta sus ventas a los fabricantes de comida que, aunque muchas de estas son multinacionales, tienen que lidiar con las cuatro grandes.
Actúan como propietarios de terrenos, son productores de ganado y de aves de corral, son procesadores de alimentos, proveedores de transporte, productores de biocombustibles, y hasta proveedores de servicios financieros en los mercados de productos básicos. Su influencia es importante y abarcan todo, ya que impactan a nivel mundial los precios de los alimentos, el acceso a recursos escasos como la tierra y el agua, el cambio climático y la seguridad alimentaria.
Los pobres sufren
El informe incluye un análisis de cómo los pequeños agricultores de los países en desarrollo se ven impactados. También analiza la forma en que estas cuatro empresas son actores decisivos en la reestructuración global de las relaciones entre los alimentos, los piensos y los combustibles.
Oxfam destaca la clara necesidad de las ONGs y sus socios de trabajar a nivel nacional para:
- Recopilar y diseminar más información sobre las actividades en estos sectores básicos.
- Los problemas relacionados con la tierra.
- Los retos relacionados con el empleo.
- Las oportunidades que ofrecen los mercados.
- Las dependencias que existen con el acceso y los precios de los suministros.
La agricultura y la producción de la alimentación ya no es visto como un sector que garantice a los pobres el crecimiento a largo plazo. Las razones por esto incluyen:
- La disminución de la disponibilidad per cápita de tierras.
- El aumento previsto de los precios de las materias primas a largo plazo debido a los recursos limitados y controlados por los más ricos.
- El cambio hacia las dietas a base de carne, con el aumento de los ingresos.
- La creación de mercados para transar créditos de carbono relacionadas con la agricultura.
- La creación de mercados para transar los derechos al agua.
- Los crecientes niveles de inversión por parte de los países ricos comprando tierras de las zonas pobres.
- El creciente coste de las tierras agrícolas.
Domina el dinero
Advierten de la creciente influencia de las finanzas en la producción agrícola, y se refiere a la participación cada vez mayor en la producción agrícola, en su procesamiento y en su distribución de una serie de instituciones financieras que nunca antes habían invertido en la agricultura. Entidades como los fondos financieros, las empresas de capital privado, los bancos de inversión, los fondos soberanos (los Sovereign Wealth Funds) y las divisiones financieras de los ABCD.
Hay que exigir mucho más
Lo que busca Oxfam es más transparencia y responsabilidad sobre cómo funcionan estos mercados y sobre cómo los ABCD actúan y utilizan su poder oligopolístico. Están entrando al sector competidores, especialmente empresas vinculadas a países deficitarios en cereales, pero los ABCD siguen dominando en la opacidad.
¿Por qué permitimos que este oligopolio continúe con sus actividades en la oscuridad y perjudicando a los agricultores de países pobres, los que menos pueden soportar los cambios que están sufriendo?
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