Una persona entra en una tienda, se siente insultada por el dependiente que prácticamente la echa a patadas. La persona se siente insultada y se va a otro lugar donde se gasta su dinero. A veces la primera tienda cierra por su mal servicio al cliente. De aquí viene la regla número uno: cuida al cliente porque si no lo haces otra persona lo hará.
En cambio hay otro modo de tratar al cliente, sería un poco el modelo de “Marketing del Sopero Nazi”, como lo llama John T Reed. El cliente tiene que seguir las pautas que se le piden, si no lo hace no puede comprar. Si no le gusta, que se vaya a otro sitio. Además hay a quien le funciona.
¿Son tan contradictorios una política y otra de llevar las relaciones con los clientes? Sí y No.
Por un lado la regla número uno casi dice que el cliente es el rey, haz lo que el cliente te pida a cual como lo pida y en el plazo y precio. No importa lo que te pida, se hace y punto. No obstante, esto no me parece tan contradictorio con el marketing del sopero nazi, el sopero nazi dice: ofrezco X en las condiciones A, B y C. Si no te gustan te puedes buscar otro.
Eso no tiene que ver con insultar al cliente y tratarlo mal, quitando a los clientes que no nos gustan o no queremos. Eso es algo muy habitual en las discotecas en las que no dejan entrar a ciertas personas por ir vestidas de tal manera o por no gustarles su aspecto. No obstante, hay gente que prefiere ir a ese tipo de local.
Volviendo al ejemplo del Sopero Nazi, en la vida real tenia sus instrucciones puestas en su local e ignoraba al que no las siguiera. Eso no significa que se dedicara a insultar a sus potenciales clientes. Entra un poco sobre lo que escribió Ángel de despedir a los clientes.
Personalmente creo que depende del negocio y del consumidor objetivo, la historia de trata bien a tus clientes y todo será estupendo no me da la sensación de que funcione a la perfección en todos los casos.
Vía | Menéame