Starbucks cerró todas sus cafeterías simultáneamente una tarde. ¿Cual era el objetivo aparente? Formar a todo su personal para la elaboración de un café expreso perfecto. Pero, como perciben Juanjo y sus lectores, la jugada va mucho más allá.
El cierre simultaneo otorga una visibilidad total al compromiso de la firma por reforzar su principal activo, que es la confianza de sus clientes. Clientes que percibirán como un sacrificio financiero de la empresa en la búsqueda de su satisfacción. Pero como acertadamente señala Carlos Climente en los comentarios, es posible que hasta les haya salido gratis dicho cierre. Y es que, siguiendo la argumentación de Carlos, los monstruos del amrketing, de los negocios, son aquellos que, si fuesen un futbolista, siempre te devuelven la pelota en mejores condiciones para jugarla que como ellos la han recibido. Si, Starbucks consigue hacer de la necesidad virtud.
El recurso al cierre simultaneo también le ha ahorrado un monton de dinero en publicidad. Un ejemplo de viralidad. Si no hubiese sido simultaneo los medios no se hubiesen hecho eco del mismo. De este modo, su mensaje ha llegado a todo el país de un modo claro y económico. A ello ayuda, y mucho, el ser un icono con presencia nacional en un país-continente como es USA. Hay antecedentes de estas estrategias, aunque muy lamentables. En los tiempos en los que el paro azotaba este país era frecuente que algunos listos inventasen la publicidad pre-viral. bastaba con poner un anuncio en un comercio a punto de abrir con un Se Buscan Dependientas, para que una cola enorme rodease la manzana, lo que garantizaba la noticia en el diario de la mañana siguiente. Evidentemente, ya contaban con personal contratado previamente.
Creo que la competencia no ha andado viva. Sin apurar tanto como los de Ryanair, podían haber aprovechado esa tarde para plantearse como salvadores de los clientes huérfanos de Starbucks. Otra vez será.
Vía | Bajo la Linea