Esta mañana, mientras conducía camino al trabajo, escuchaba en un programa de radio de los considerados "prestigiosos" como varios tertulianos coincidían en las catastrofistas consecuencias de una caída en el valor del euro frente al dólar. Pero, ¿es esto así? En absoluto: que el euro caiga nos interesa, y mucho.
Defendían los tertulianos que si el euro perdía valor, comprar cosas fuera de la zona euro nos saldría muchísimo más caro, y no se equivocaban. Del mismo modo, alentaban del encarecimiento de hacer turismo fuera de la Eurozona, y tampoco se equivocaban. Entonces, ¿por qué nos interesa que continúe esta tendencia bajista del euro?
Si el euro baja, los bienes y servicios de fuera de la zona euro se encarecen, sí, pero también se abaratan los de su interior. Para los extranjeros, comprar productos de la Eurozona les resultará más barato, y si algo es más barato se compra más. Del mismo modo, para un país tan dependiente del turismo como España, un abaratamiento del euro podría traer más turistas a nuestras costas, y esto nos interesa.
La depreciación del euro nos vuelve más competitivos: bajan las importaciones pero suben las exportaciones, y esta circunstancia podría echarnos un cable para poner fin a la crisis económica en el viejo continente. Eso sí, los problemas de salir de una crisis "devaluando" la moneda aparecerían si los inversores dejan de confiar en el euro y se produce una fuga de capitales, circunstancia que no creo que se produzca por la solidez de la economía alemana.
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