Marco Antonio nos ha vuelto a describir la necesidad de un impuesto a la especulación financiera. Además cita cómo algunos paises ya han comenzado a aplicar un impuesto a las operaciones especulativas. Marco cita cómo especular es parte del sistema y ahí estamos de acuerdo todos. La especulación tal y como se define es:
Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios.Sin entrar en debates semánticos abstractos, cualquier tipo de impuesto que se aplique en nuestro ordenamiento jurídico tiene que contener un "hecho imponible" para poder aplicar esa tasa. El "hecho imponible" se define como el presupuesto fijado por la Ley para configurar cada tributo y cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria principal.
Si la propia definición de especulación implica la obtención de un beneficio futuro, no se puede volver a gravar el mismo hecho imponible dos veces tal y como dice la Ley General Tributaria, dado que esos beneficios ya son gravados por los mismos impuestos directos que existen en nuestro mapa tributario. El estado podría recurrir a fórmulas impositivas como son la tasa, que no tendría cabia porque requiere la contraprestación de un servicio, voluntario o no. Es mucho más simple subir los impuestos directos como vía para gravar la especulación en todos los aspectos económicos. El mercantilismo implica especulación, tanto a nivel de productos o servicios dentro del tejido productivo como en el sistema financiero. Culpar a la especulación de la burbuja financiera es tanto como culpar a cada una de las actuaciones que se llevan a cabo dentro del propio tráfico mercantil sin distinción de clases. Tan especulador es el que cambia de trabajo para mejorar su sueldo como AIG o Lehman. La única diferencia es que cada uno especula al nivel de sus posibilidades.
Cualquier obtención de beneficio por parte de un agente económico implica un movimiento especulatorio. Este movimiento de alza de precios o búsqueda del beneficio es lícito y no se puede penalizar mediante criterios arbitrarios de velocidad de obtención de beneficios o de cuantía. Las propias "penalizaciones" que se piden ya existen vía impuestos directos y tan lícito es ganar dinero con las variaciones de los tipos de interés de los distintos paises como por la introducción de un margen comercial del 20%.
En ambos casos se asume el riesgo y por tanto, especulación y riesgo deben ir unidas de la mano. Por este mismo motivo, nunca se debe acudir al rescate de las operaciones fallidas del sistema financiero o de la empresas que pierde dinero por sus movimientos especulativos, ayundándolas vía subvenciones.
Os dejo una reflexión especulativa: ¿Te protituirías por 1 euro? No, pero ¿y por XXXX billones de euros?. Al fín y al cabo, todos le ponemos un precio, sólo es cuestión de ceros.
En El Blog Salmón | El dólar financia la especulación mundial Imagen | Brocco Lee