Tras el rescate de Irlanda por parte de la Unión Europea, la opinión popular, entre ella la de nuestros lectores, no se ha mostrado muy favorable ante el futurible desenlace de los acontencimientos, en lo que respecta a la confianza en que este país devuelva en tiempo y forma las ayudas tomadas.
Así lo ha demostrado también en el día de hoy la agencia de calificación Fitch, que aunque mantiene su nivel de solvencia en una perspectiva estable, le ha 'rebajado' la nota desde A+ a BBB+. Dejando entrever que aunque la operación de rescate ha tenido un respaldo internacional incuestionable, el mercado la está siguiendo muy de cerca, y sin mucha euforia.
Los deberes para Irlanda comienzan justo ahora, en una situación sin marcha atrás en la que debe actuar si o si, existiendo un delgado margen de maniobra, analizando el entorno tan hostil en el que ha llevado a cabo las últimas reformas de ajuste fiscal tras el rescate.
Tal y como apunta la agencia Reuters, la deuda de la banca y los depósitos al cierre del tercer trimestre del presente año, supusieron un 93,5% del PIB irlandés, por lo que su gobierno, debe implementar medidas de ajuste adicionales, por impopulares que resulten, muy a pesar de lo muy justificado que está su clamor popular, que ha apreciado como en el último lustro las finanzas estatales se han descalabrado. Si los propios irlandeses no confían en que así sea, ¿porqué se empecinan las instituciones?
Vía | Reuters En El Blog Salmón | Irlanda, al final será rescatada Imagen | ivanwalsh