En las últimas dos semanas, Alemania ha sido muy criticada por el mercado, por su particular visión de atajar la crisis de deuda y de credibilidad, basada por un lado, en su negativa a utilizar los fondos previstos para posibles rescates de los socios europeos para invertir en la compra de deuda soberana, y por otro defender la participación de las empresas privadas llegado el caso de que un país necesitara refinanciar su deuda.
Esta posición, que según sus detractores es demasiado conservadora, y ha agravado la crisis de deuda soberana europea. Es justamente aquella postura más ‘racional’ y que permite una mejor gestión de las políticas y de los recursos disponibles.
Algunos países como Luxemburgo, tal y como argumentó su ministro de Asuntos Exteriores, Jean Asselborn, opinan que:
La propuesta de un bono soberano conjunto, diseñado para reducir los costos de los países de la zona euro con problemas y evitar la especulación contra su deuda.
De tal manera que bajo esta opinión, todos los estados miembros deberían responder de manera solidaria y subsidiaria.
Adicionalmente otros consideran que la solución pasa por una compra masiva de deuda de los países con problemas por parte de los países más ‘solventes’, instrumentalizada a través de los ‘Eurobonos’, pero en realidad, esta opción sería pan para hoy y hambre para mañana.
¿Porqué no es la solución? Pues porque sigue adoleciendo de grandes carencias, al resolver los problemas de manera coyuntural, pero olvidando las consecuencias de las prácticas fiscales acuñadas con ‘criterio de caja’, causantes de la situación tan particular en la que se encuentran los países señalados como más ‘sensibles’. Y la no consumación del propósito de introducir políticas disciplinadas en este terreno, que morirían de inanición al caer en el olvido.
Vía | Reuters
En El Blog Salmón | Opción de quiebra de Irlanda desvela el antagonismo entre Alemania y el BCE
Imagen | dalbera