Después de años retardando la decisión, Christine Lagardé dio luz verde oficial al proceso de inclusión del yuan chino en la canasta de monedas del FMI y este 30 de noviembre el Consejo Ejecutivo votará su aprobación, la que entraría en vigor en octubre de 2016. De esta forma el renminbi, o yuan, quedaría a la par del dólar de Estados Unidos, el euro, la libra esterlina y el yen japonés en la cesta de divisas del FMI conocida como Derechos Especiales de Giro (DEG). Sólo un veto explícito de Estados Unidos puede descarrilar el ascenso del yuan a los DEG. Lagardé señaló el viernes en Washington que la moneda china había cumplido los requisitos para convertirse **en la quinta moneda en la canasta del FMI. **
La decisión se basa en la importancia que ha asumido el yuan en el comercio mundial dado que es una moneda ampliamente aceptada en las transacciones internacionales y negociada en los principales mercados de divisas. China superó todos los obstáculos que le puso el FMI en el camino, realizando numerosas reformas para liberalizar sus mercados de divisas y de crédito y ofrecer una mayor transparencia. Francia y el Reino Unido ya expresaron su apoyo a la inclusión del yuan y Estados Unidos siempre dijo que apoyaría la inclusión del yuan si cumplía con los criterios del FMI. El yuan llega así a la élite de la gran guerra de divisas: el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina.
Si en la reunión del próximo 30 de noviembre se decide dar al yuan el estatus de moneda de reserva del FMI se marcaría un hito económico importante para China que aceleraría la demanda global de sus activos. Sería también una gran victoria para el gobierno chino que vería su moneda en el exclusivo círculo de las divisas mundiales. La inclusión del renminbi como la quinta moneda en la canasta del FMI tendrá repercusiones graduales pero significativas en los mercados de divisas a nivel mundial y en los flujos internacionales de capital.
Dado el enorme tamaño de su economía, China ha buscado por mucho tiempo dar a su moneda un mayor peso global, primero como moneda de pago en el comercio internacional y ahora como moneda de reserva. Si bien 40 bancos centrales ya tienen al yuan incorporado como moneda de reserva, su inclusión en la canasta del FMI hará apetecible la moneda china a todo el mundo.
China ha estado ampliando constantemente el uso internacional del yuan. La cantidad de comercio internacional en moneda china se ha duplicado en los últimos años a más de $ 1 billón de dólares anuales. En agosto de este año, el yuan ocupó el cuarto lugar como la divisa más transada en los pagos internacionales con el 2,8 por ciento del total, desde el 0,8 por ciento de tres años antes. Fue superada por el dólar de Estados Unidos (43 por ciento), el euro (28 por ciento) y la libra esterlina (9 por ciento). Si se convierte en moneda de reserva su avance se hará más acelerado.