Desde hace meses hemos analizado el culebrón sobre la pretensión de Actividades de Construcción y Servicios (ACS) para hacerse con el control de Iberdrola. En las últimas semanas la lucha de la compañía presidida por Florentino Pérez no ha cesado, afirmando incluso que la compañía que dirige se ha fijado como objetivo llegar al 30% del capital de la eléctrica.
Hoy, Iberdrola se lo ha puesto un poco más difícil al pretender integrar Iberdrola Renovables, volviendo al escenario original de diciembre de 2007 cuando Renovables salió a bolsa, consiguiendo de este modo diluir la participación de ACS en su capital desde el 20% actual hasta prácticamente un 18%.
Esta decisión que a día de hoy está sujeta a aprobación por los respectivos consejos de administración, proporciona un golpe de efecto en esta lucha de titanes, en la que ACS busca un proyecto estratégico para controlar la compañía eléctrica más importante del país y con gran presencia en mercados como en el Reino Unido.
La energía no en el futuro, sino ya en la actualidad, es un sector clave en la economía, no hace falta alzar mucho la vista para darse cuenta las repercusiones en la decisiones empresariales, gubernamentales, y hasta de los particulares que tiene una escalada de precios de la misma. Fijémonos en lo que está sucediendo recientemente en los países árabes en general y en el país libio en particular respecto al petróleo, con un impacto muy negativo sobre los procesos de producción y en las decisiones de gasto de los agentes económicos.
En los próximos meses este equilibrio podría radicalizarse, no solo entre los grupos señalados, pudiéndose librar batallas incluso entre compañías pertenecientes a sectores muy distintos, dentro de una guerra que se sabe que va a ir para largo respecto a un bien, la energía, que cada día genera más tensiones y cuya demanda crece más rápido que su producción.
Vía | Expansión
En El Blog Salmón | ACS despeja su camino para acceder al consejo de administración de Iberdrola
Imagen | irekia