Desde el día de hoy, primer día del recién estrenado año 2011, Estonia ha adoptado la moneda única europea, convirtiéndose en el decimoséptimo país de la Eurozona.
Estonia es una economía de reducidas dimensiones si la comparamos con el tamaño medio de las economías de los países del Euro, pero sin embargo, ha llevado a cabo uno de los procesos de transformación económica más exitosos de cuantos se conocen entre los países que pertenecieron al bloque de la URSS, tras la consecución de su independencia en el año 1991.
Tanto Estonia como la Eurozona, se enfrentarán a grandes retos, entre ellos, la integración de un país adicional en el Euro, con unas características que hacen aún más complicada la aplicabilidad de una política monetaria común, cuando la heterogeneidad existente en la actualidad, ya convierte en una ardua tarea el dirigir el 'timón económico' en tiempos de crisis.
El Euro ha sido una moneda atacada activamente en los últimos meses por las dudas respecto a su sostenibilidad. Pero este paso, sin lugar a dudas, reafirma el proyecto europeísta, abriendo la mano a un nuevo país para consolidar y proteger, mediante la unión, a la economías de los países del viejo continente.
En cuanto a la economía de este pequeño país báltico, esta saldrá muy beneficiada, principalmente por tres motivos: el aumento de las transacciones comerciales con sus socios europeos, la estabilidad económica, y la solvencia adquirida al pertenecer a un gran área de integración económica. Aunque de ellos, solo cabe esperar que sus esfuerzos para consumar tan importante hito histórico, se consoliden y mantengan en el tiempo.
Vía | Reuters En El Blog Salmón | Merkel sale en defensa de una Eurozona unida Imagen | lyng883