El presidente francés, Nicolas Sarkozy, irrumpió ayer en la conferencia económica de Davos para defender al proyecto europeo, y a su moneda, el Euro. Aprovechando su posición estratégica de presidente del G-8, y del G-20, grupo de los ocho y veinte países más industrializados del mundo respectivamente.
La moneda única europea ha sido objeto de varios ataques en los últimos meses como consecuencia de las turbulencias desatadas sobre los rumores respecto al rescate de Grecia e Irlanda, así como por las dudas sobre el grado de solvencia de las denominadas economías periféricas como Portugal o España.
Es cierto que en las últimas semanas estos rumores se han apaciguado gracias a tres importantes factores, que en la práctica han sido decisivos:
- En primer lugar por las declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, reafirmando el proyecto europeo a través de la voz de su locomotora
- La imagen de unidad que han mostrado los estados miembros en un momento que por necesidades del guión se convirtió en decisivo, y en el que los países europeos debieron optar entre velar por los intereses particulares de cada uno de ellos, o en cambio reforzar la credibilidad en el proyecto europeo
- Consolidación de las medidas en pro de la mitigación de la crisis fiscal, y su buena acogida por parte de los agentes económicos internacionales. Como en el caso de las medidas fiscales y presupuestarias adoptadas por España
Posiblemente, este año 2011 será el más decisivo dentro de este período de crisis económica en lo que respecta a este debate, un año en el que las principales economías de la unión, Alemania y Francia, están mostrando su fortaleza económica, al tiempo que las economías periféricas sufren el mal de un déficit fiscal sobredimensionado, y la parálisis de un motor económico con la ardua tarea de reconvertirse.
Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | Salvando al Euro, cueste lo que cueste
Imagen | rahego