Desde que estalló la crisis financiera y con las consecuentes dificultades de muchas entidades financieras, vimos a nuestros representantes políticos utilizar nuestro dinero para regalarlo a las entidades financieras con el objetivo de salvarles de sus problemas.
Afortunadamente, no todos están enfocados exclusivamente en impulsar más despilfarro, como como vemos con el grupo liderado por el Nóbel, profesor Krugman. Otros se están concentrando en las necesidades reales que, para el sector financiero, son la introducción de una regulación correcta y de estructuras financieras sostenibles.
En estas páginas ya he hablado de los causantes principales de la crisis, los bancos centrales y los reguladores, por su falta de regulación y la injección indiscriminada de liquidez durante más de veinte años de boom. Dije entonces que son:
Culpables por desregular al azar sin preocuparse de las consecuencias y culpables por añadir más liquidez a mercados que estaban en clara burbujas y exuberancia irracional.
En la parte positivo es lo que se está haciendo es que el Comité de Basilea, del Banco de Pagos Internacionales (BIS), esta trabajando, esta vez bien. Este Comité está formado por los reguladores financieros de los distintos países y su labor es velar por la seguridad y la regulación de los sistemas financieros domésticos y mundial, el banco central de los bancos centrales.
El BIS está elaborando normas más exigentes para que las entidades financieras del mundo actúen con más rigor financiero, con más capital respaldando sus operaciones y con más controles sobre sus actividades, especialmente, sus actividades a cuenta propia.
Estas nuevas normas, denominadas Basilea III, tendrán el objetivo de influir las actividades de los bancos en dirección de las puramente bancarias y de reforzar el capital que respaldará las operaciones de los bancos. Esta nueva necesidad de capital total forzará a los bancos a subir sus distintos niveles de capital de forma importante, incluyendo el incremento del 40% en su capital nivel 1. Estos incrementos en los niveles de capital se estiman que llegarán a $700.000 millones y forzará a los bancos a salir a los mercados para levantar distintos tipos de capital.
En el artículo, estiman que los bancos deberán mantener activos líquidos adicionales de dos millones de millones de euros y tendrán que levantar fondos a largo plazo de entre 3,5 y 5,5 millones de millones de euros.
Los bancos tienen mucho trabajo que hacer para que ellos mismos reestablezcan la solidez de los sistemas financieros y, así, no respaldarse en los gobiernos cuando las cosas no salen.
Como vemos en la tabla, dependiendo del calendario que tendrán que seguir para llegar a donde deben llegar, impactará cómo y cuán rápido lo hacen pero hacerlo deben hacerlo.
No puede ser que este sector tan importante tenga un desfase entre sus actividades y el capital necesario parar respaldarlas, actividades muy rentables cuando las cosas van bien. Ya hemos visto que, cuando las cosas van mal, si no están bien capitalizados, los bancos van a papá gobierno para sacarles de los líos, a nuestro coste, un coste importante.
Vía | McKinsey Quarterly (en inglés) En El Blog Salmón | 'Los grandes bancos europeos son tan sólidos como para aguantar cualquier terremoto', Estudio de la BIS sobre la alta y creciente deuda y España desafía a la UE a publicar las pruebas de estrés