Las dos frases del presidente del BCE, Mario Draghi, respaldando el euro y anunciando todas las medidas necesarias para salvarlo fueron suficientes para dar un vuelco a las bolsas y los mercados, sacudidos por la desconfianza hacia España. El fin de semana Merkel y Monti salieron a escena para hacer algo similar, afirmando que harían todo lo posible. Sin embargo, las palabras se las lleva el viento y tras ellas los problemas con la deuda siguen ahí. Pese a esa reacción, los mercados exigen medidas que no terminan de llegar.
Las palabras agotan rápidamente su crédito si sólo se quedan en eso. Y, por ahora, es lo que está sucediendo. Es evidente que las tensiones en los mercados, principalmente españoles, no cesarán mientras no se despejen las dudas sobre la deuda española. Y es eso lo que, al margen de las declaraciones grandilocuentes, no se ha abordado. Ese ‘haremos todo lo que sea necesario’ se queda muy corto.
Llevamos varios meses cargados de semanas clave y agosto no podía ser menos. Estos siete días deben ser decisivos para que España evite ese temido rescate total, que algunos medios llegaban a cifrar hace unos días en 300.000 millones de euros. Será el jueves, si no hay nada antes que cambie el guión, donde estén fijadas todas las miradas en la reunión del BCE, en la que, en teoría, se plantearán esas medidas contundentes que Merkel, Hollande, Monti y Draghi aseguraron en sus rimbombantes palabras. Compra directa de bonos, dar rienda suelta al fondo de rescate…
Pese al balón de oxígeno del jueves y viernes pasados, con las declaraciones de la canciller alemana y el presidente del BCE, la prima de riesgo y los intereses siguen estando en niveles insostenibles. Todos los ojos de los mercados están puestos en España y lejos de las palabras no se vislumbra una hoja de ruta clara. Y es que, las declaraciones cumplieron su función. Ahora hacen falta los actos.
En El Blog Salmón | Demasiado grandes para caer… y demasiado grandes para ser rescatados. España e Italia son el dilema del euro, El rescate total a España es más que un rumor
Imagen | European Council