Lo que podéis apreciar en la gráfica es la mala situación que ha vivido el tipo de cambio de la Libra Esterlina con el Euro durante los últimos 3 meses. El tipo de cambio se había estabilizado durante los 2 últimos años en valores de entre 70 y 80 céntimos por cada euro, mientras que ahora por cada euro casi conseguimos 90 céntimos de Libra Esterlina.
Si lo cambiáramos para conocer mejor la situación actual, se podría decir que se ha pasado de obtener 1,30 euros por libra a actualmente obtener 1,10 euros por libra; lo que sobretodo está generando para la zona euro diversos problemas como por ejemplo el descenso del turismo británico. El ejemplo clave es España, en donde muchos británicos conseguían venir de forma muy barata gracias al antiguo tipo de cambio; con el actual se ha notado un descenso de ésta población.
Éste proceso que se ha producido entre ambas monedas europeas, se podría llamar apreciación del euro, ya que ahora se podría decir que nos dan más libras por cada euro, o de depreciación de la libra; obtenemos menos euros por cada libra.
Una de las principales ventajas de ésta nueva situación es que con una moneda más débil se pueden obtener muchas más compras desde el exterior, se fomenta una gran ayuda a la balanza de pagos por medio de un claro aumento de las exportaciones. Otro grave problema es que si se produjese una situación en que la libra se equiparase al euro es muy posible que muchos mercados financieros británicos dejaran de confiar en su moneda y pidieran al gobierno que se uniera a la zona Euro.
Algo que nos beneficia a los que podemos ser agentes externos a su economía pero que tenemos cierta relación con ella como los turistas o empresas que colaboren con otras de Inglaterra, es que con nuestros euros vamos a poder obtener más cantidad de productos o servicios, ya que para ellos es una mayor cuantía económica; por lo que se va a fomentar mucho el consumo también desde el exterior.
En el momento actual de la crisis financiera y monetaria en España, un ejemplo de depreciación o devaluación de la moneda sería la medida económica más fácil para atajar la crisis. Rebajar los tipos de cambio fijos a los que los países tienen sujeta la moneda única podrían generar una desconfianza a corto plazo bastante mala, pero a medio y largo plazo, se conseguiría un claro aumento del consumo y de las inversiones exteriores que ayudarían a una reactivación de la economía.
En definitiva podríamos decir que la mala situación económica así como la desconfianza de los mercados de los distintos países pueden generar un gran efecto en los tipos de cambio y por tanto en el de la estabilidad del sistema económico en general y una demandad activadora del consumo en particular.
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