Esta Reforma Laboral permite mayor flexibilidad a las empresas para modificar unilateralmente las condiciones de los contratos, cuando las condiciones así lo exigen, pero ¿qué ha hecho en el campo de la conciliación de la vida laboral y familiar? ¿Introduce algún cambio?
Tras una lectura de la reforma, tal como ha sido publicada en el BOE, con toda la letra pequeña incluida, nos encontramos que el tema de la conciliación pasa sin pena ni gloria, y no se produce ningún avance significativo en ese campo, tan sólo pequeñas modificaciones en la redacción de algunos artículo del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo , que a continuación se reseñan:
En el apartado 4 del artículo 37
4.En los supuestos de nacimiento de hijo, adopción o acogimiento de acuerdo con el artículo 45.1.d) de esta Ley, para la lactancia del menor hasta que éste cumpla nueve meses, los trabajadores tendrán derecho a una hora de ausencia del trabajo, que podrán dividir en dos fracciones. La duración del permiso se incrementará proporcionalmente en los casos de parto, adopción o acogimiento múltiples. Quien ejerza este derecho, por su voluntad, podrá sustituirlo por una reducción de su jornada en media hora con la misma finalidad o acumularlo en jornadas completas en los términos previstos en la negociación colectiva o en el acuerdo a que llegue con el empresario respetando, en su caso, lo establecido en aquella. Este permiso constituye un derecho individual de los trabajadores, hombres o mujeres, pero sólo podrá ser ejercido por uno de los progenitores en caso de que ambos trabajen.
En este apartado se introducen los cambios subrayados:
- Varía la redacción con la inclusión de la primera frase.
- Aparecen “los trabajadores” en lugar de “las trabajadoras”
- Se añade lo de “quien ejerza este derecho” (antes sólo lo podían ejercer las trabajadoras)
- Se añade la frase final.
En el apartado 5 del artículo 37
5. Quien por razones de guarda legal tenga a su cuidado directo algún menor de ocho años o una persona con discapacidad física, psíquica o sensorial, que no desempeñe una actividad retribuida, tendrá derecho a una reducción de la jornada de trabajo diaria, con la disminución proporcional del salario entre, al menos, un octavo y un máximo de la mitad de la duración de aquella.
Aquí la modificación es mínima:
- Se introduce el término “diaria”, que es poco más que una aclaración.
En el apartado 6 del artículo 37
6. La concreción horaria y la determinación del período de disfrute del permiso de lactancia y de la reducción de jornada, previstos en los apartados 4 y 5 de este artículo, corresponderá al trabajador, dentro de su jornada ordinaria. Los convenios colectivos podrán establecer, no obstante, criterios para la concreción horaria de la reducción de jornada, en atención a los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral del trabajador y las necesidades productivas y organizativas de las empresas. El trabajador, salvo fuerza mayor, deberá preavisar al empresario con una antelación de quince días o la que se determine en el convenio colectivo aplicable, precisando la fecha en que iniciará y finalizará el permiso de lactancia o la reducción de jornada. Las discrepancias surgidas entre empresario y trabajador sobre la concreción horaria y la determinación de los períodos de disfrute previstos en los apartados 4 y 5 de este artículo serán resueltas por la jurisdicción social a través del procedimiento establecido en el artículo 139 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social.
Aquí las modificaciones ya son algo más profundas:
- Se incluye un papel activo a los convenios colectivos
- Se disculpa al trabajador en casos de fuerza mayor, algo que debería ser obvio
- Cambia el artículo que trata del procedimiento de resolución de las discrepancias; antes era el 138bis de la Ley de Procedimiento Laboral que está derogado y se ha sustituido por el que se aparece en el texto.
En el apartado 3 del artículo 38
3. El calendario de vacaciones se fijará en cada empresa. El trabajador conocerá las fechas que le correspondan dos meses antes, al menos, del comienzo del disfrute. Cuando el período de vacaciones fijado en el calendario de vacaciones de la empresa al que se refiere el párrafo anterior coincida en el tiempo con una incapacidad temporal derivada del embarazo, el parto o la lactancia natural o con el período de suspensión del contrato de trabajo previsto en el artículo 48.4 y 48.bis de esta Ley, se tendrá derecho a disfrutar las vacaciones en fecha distinta a la de la incapacidad temporal o a la del disfrute del permiso que por aplicación de dicho precepto le correspondiera, al finalizar el período de suspensión, aunque haya terminado el año natural a que correspondan. En el supuesto de que el período de vacaciones coincida con una incapacidad temporal por contingencias distintas a las señaladas en el párrafo anterior que imposibilite al trabajador disfrutarlas, total o parcialmente, durante el año natural a que corresponden, el trabajador podrá hacerlo una vez finalice su incapacidad y siempre que no hayan transcurrido más de dieciocho meses a partir del final del año en que se hayan originado.
Aquí se añaden modificaciones que suponen un pequeño avance, pero tampoco suponen una revolución:
- Se añade el último párrafo.
- Se incluyen los previstos del artículo 48.bis.
Conclusiones
Las modificaciones introducidas, como ya comentaba al principio, no suponen grandes avances, la conciliación laboral debería ser un eje fundamental de la flexibilización y racionalización de horarios. En el estado actual de las cosas, es difícil encontrar un empleo que además sea compatible con las obligaciones familiares, e incluso es difícil la búsqueda; dejo para otro artículo hacia donde deberían ir las medidas de conciliación de la vida familiar y laboral, para lo que son bienvenidas vuestras ideas y aportaciones.
En El Blog Salmón | Reforma Laboral, Seguimos esperando por la conciliación
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