Por qué hay gente que no logra un ascenso laboral en 15 años

Efectivamente, hay personas que se pasan toda la vida en el mismo puesto sin ascender, y se debe a que cometen los errores que vamos a ver hoy.

Así que, si no queremos quedarnos atrapados en un trabajo sin salida y en una situación sin oportunidades alternativas, mejor que los conozcamos, para poder evitarlos.

Estos fallos se basan, principalmente, en los datos que reclutadores y expertos en recursos humanos ven más a menudo en su día a día.

Por suerte, muchos de esos errores son evitables.

La mejor manera de ascender es no empezar tropezando

Boris Groysberg puede ser un nombre que no suene mucho a la mayoría, pero es experto en conducta organizacional y enseña en los MBA y los programas de Educación Ejecutiva de la prestigiosa Harvard Business School.

Interesado en estudiar qué hacen los mejores para llegar más lejos, ha recogido una enorme cantidad de datos sobre organizaciones y recursos humanos. Muchos de ellos los ha compartido en interesantes libros, como Chasing Stars: The Myth of Talent and the Portability of Performance.

Por eso, nos vamos a basar principalmente en sus tesis y resultados, para averiguar los motivos más habituales por los que mucha gente pasa más de 15 años en el mismo puesto de trabajo, insatisfecho y agobiado.

Y el primero de ellos, se produce incluso antes de empezar a trabajar.

No investigar con antelación el empleo y la empresa

Lo que implica que nuestras habilidades y destrezas no encajarán bien con dicho puesto, con lo que siempre tendremos un handicap para hacerlo bien y ascender.

Si bien es cierto que gran parte de la responsabilidad de este fallo recae en el trabajador, la empresa también tiene parte de culpa, como veremos.

Básicamente, este fallo se refiere al hecho de que la mayoría de los que buscan trabajo no realizan una investigación previa de la empresa, el puesto, lo que implica realmente en el día a día y si sus fortalezas y debilidades encajan con eso.

De esta manera, entras en un sitio en el que no acabas de sentirte cómodo, pero ya se sabe cómo son los trabajos. Te vas acostumbrando como la rana sumergida en un agua que cada vez está más caliente, hasta que pasa de no quejarse a morirse.

Así, no sueles realizar búsqueda activa una vez empleado y, en general, quedas atrapado en el limbo de «lo que no está mal, pero tampoco está bien».

Esa suele ser la fórmula para quedarte atrapado mucho tiempo.

La parte de responsabilidad de las empresas en este error es que muchas edulcoran el puesto, las condiciones y responsabilidades en sus ofertas, para atraer al mejor talento.

Pero luego, no es tan bonito como lo pintaban y, si no se ha hecho esa investigación previa, caíste en la trampa.

Moverse solo por dinero

Que es un motivo legítimo y, de hecho, los que dejan trabajos por eso suelen ganar más, obviamente.

Sin embargo, de acuerdo a los datos, hay un matiz importante en este resultado. Es verdad que esa motivación lleva a un mayor salario, pero, en general, también a menor satisfacción y felicidad con el trabajo.

En muchos casos, más sueldo no significa necesariamente más perspectivas de ascenso y puede que hoy nos paguen bien, pero en el futuro no haya intención o posibilidad de que eso mejore.

Del mismo modo, estar en un lugar en el que no eres feliz no motiva a hacer lo necesario para ascender. De esta manera, te pasas gran parte de tu carrera en el día de la marmota.

Moverse laboralmente para alejarse de algo negativo, en lugar de acercarse a algo positivo

Este es uno de los errores más comunes y que más sabotea nuestra carrera profesional, al menos según Groysberg y la mayoría de reclutadores y expertos en recursos humanos con los que trabaja.

Cito:

El tercer error identificado por los reclutadores es permitir que el descontento en el puesto actual de trabajo crezca hasta el punto de que, como dijo uno de esos reclutadores: "En lugar de planificar cambios de carrera profesional, vas tropezando de una crisis a la siguiente".

En definitiva, que casi nadie busca empleo ni se plantea avanzar hasta que el aguijón de la posición actual no se le clava suficiente en el costado.

Entonces buscas para alejarte como sea y caes en el siguiente error.

Sobreestimar las habilidades que se tienen

Las personas creemos que podemos hacer las cosas mejor y en menos tiempo de lo que luego nos cuestan realmente. Yo mismo pienso que, cada semana, voy a entregar más pronto estos contenidos, pero mi editor es testigo de que «pronto» significa «tiempo de prórroga».

Es probable que este fallo en nuestra carrera profesional sea inevitable, ya que todas las personas estamos sujetas a un sesgo optimista cuando planificamos cualquier cosa.

El problema, según Groysberg, son los efectos devastadores que tiene este error combinado con el primero, en el que no investigamos adecuadamente el puesto de trabajo o la empresa a la que optamos.

Es la tormenta perfecta que nos dejará atrapados en otro empleo en el que no podremos avanzar. Al fin y al cabo, aunque ya vimos que podíamos ascender sin necesidad de ser los mejores, tenemos que tener un mínimo de capacidad y competencia para poder hacerlo.

Otro de los signos que suele ser indicativo de que este problema está más extendido de lo que parece es que, cuando preguntas, la culpa siempre es de la empresa.

Muy pocos trabajadores, por no decir casi ninguno, reconoce que haya un impedimento en él mismo o sus habilidades para avanzar.

No pensar en el largo plazo

Este es el problema que sobrevuela sobre todos los demás y los influye.

En general, casi nadie se plantea su carrera profesional con perspectiva, teniendo bien claro quién quiere ser, para quién quiere trabajar y dónde quiere llegar.

De hecho, he aquí un error común de percepción, según Groysberg.

Creemos que las superestrellas más cotizadas siempre están saltando de trabajo en trabajo hacia la cima, fichados por una empresa cada vez más grande, que les paga más y les asigna mayores responsabilidades y proyectos excitantes.

La realidad de los datos es que los mejores tienen menos movilidad laboral, no más.

En sus propias palabras:

Nuestro hallazgo de que las estrellas se pasan a la competencia con menos frecuencia que los que no son estrellas (aunque probablemente reciben más propuestas) sugiere que aquellos que tienen un historial de desempeño que proteger pueden ser más cautelosos, al menos en este aspecto, que aquellos que todavía están en trayectoria ascendente hacia ese estatus de estrella y, posiblemente, también están impacientes por probarse a sí mismos y ante los demás.

Eso implica que las verdaderas estrellas tienen claro dónde quieren llegar y para quién quieren trabajar.

Y una vez lo consiguen, o están en la posición correcta para el siguiente paso, no se suelen mover mucho ante cantos de sirena, porque tienen claro que han llegado donde quieren estar en ese momento de su carrera.

Sin embargo, esas posiciones envidiables nunca son el fruto de la casualidad, sino el resultado de una planificación y acciones encaminadas a llegar exactamente hasta ahí.

¿Cuál es el mejor movimiento para tener una buena carrera profesional ascendente?

Al parecer, tratar de trabajar para la mejor empresa posible, que parece obvio, pero no es así en muchos casos.

Como hemos visto, la mayoría de errores vienen de ser tentados por el sueldo, los títulos o la impulsividad para alejarse de lo que no nos agrada, no porque el lugar al que vas es ese en el que siempre quisiste estar.

Esto viene confirmado por otro hecho comprobado:

Los que no son necesariamente estrellas mantienen su rendimiento cuando son contratados por empresas que sí son top.

Sin embargo, esas estrellas sí sufren enormes caídas de rendimiento cuando saltan a empresas que no son tan buenas, independientemente de lo que les paguen o el puesto que consigan allí.

Así, la cuestión no es solo qué puesto quieres tener, sino dónde y para quién quieres tenerlo, moviéndote en el mapa laboral hacia allí.

Sin embargo, todos hemos pecado de una perspectiva cortoplacista, conformándonos con puestos que pagan mejor hoy, son más cómodos o, simplemente, lo parecen. Pero en muchos casos, son un limbo que nos atrapa demasiado tiempo en ese estado de estancamiento tan insufrible.

Así, parece que tener una carrera satisfactoria y ascendente es como casarse, has de mirar muy bien si la otra parte es esa que buscas, porque de ello dependerá el éxito.

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