Nos toca hoy, dentro de nuestro recopilatario de Conceptos de Economía, pararnos un momento en la figura del Fondo de Inversión. Como en el resto de posts de esta serie, la finalidad es claramente introductoria, muy introductoria. Tenemos que tener en cuenta lo amplio del tema, inabarcable en un solo post (ni siquiera en 10). Pues bien, una vez fijado el objetivo, vamos allá con el mismo.
Un Fondo de Inversión es un patrimonio perteneciente a unos inversores. Dichos inversores son los llamados participes, pues, en general, los Fondos de Inversión (a partir de ahora FI) representan dichas inversiones bajo la formula de participaciones sobre el total del FI. Dicho patrimonio es invertido por una Gestora, que es la que decide, dentro de una política de inversiones prefijada que y como se vende (acciones, renta fija, inmuebles, divisas, otros fondos, etc). Los activos financieros de dicho patrimonio están custodiados en una Sociedad Depositaria (sociedad de valores, banco, etc). Los FI son, en esencia, quizás la Institución de Inversión Colectiva más popular a nivel global.
¿Os habéis perdido? Pongo un ejemplo, en el cual prescindo de costes, dinero en liquidez, y otra serie de consideraciones para simplificarlo. Cinco amigos deciden invertir en Bolsa y ponen cada uno 10.000 euros. El FI sería ese patrimonio de 50.000 euros, siendo cada uno de ellos un participe del fondo. Supongamos que han decidido representar esa inversión en participaciones de 1.000 euros cada una. Cada uno tiene por tanto 10 participaciones en el momento 0. Su propósito es invertir en Bolsa. Para ello van a seguir los consejos de un asesor profesional que va a gestionar su cartera. Al cabo del tiempo, el patrimonio de dicho Fondo ha subido a 100.000 euros. Uno de los amigos decide rescatar 2 participaciones, que ahora valen 2.000 euros cada una. Para ello se venden las acciones necesarias. y se le entrega su dinero. Este mecanismo, tan sencillo, es en esencia el sistema de funcionamiento de la mayoría de los FI del sistema financiero.
¿Qué clase de FI hay? Depende del criterio que usemos, y sin ánimo de ser exhaustivos:
- Si hablamos de los activos en los que invierten, y por tanto, en buena medida, del riesgo que asumen, el abanico es amplíisimo. Podemos distinguir dos grandes grupos, los FI mobiliarios y los inmobiliarios, siendo muy mayoritarios los primeros. Dentro de estos nos encontramos con fondos que invierten en renta fija, en renta variable o en una mezcla de ambos. también pueden invertir en indices de materias primas, en divisas, etc….
- Otro criterio generalmente usado es el modo en que se gestiona el fondo. Por ejemplo, a través de una gestión pasiva, referenciados a un indice objetivo, o bien de gestión activa, en los que se supone que el gestor busca aportar un valor añadido y no limitarse a replicar, en buena o mala medida dicho indice. Casos extremos de gestión activa son los conocidos Hedge funds, fuertemente volcados en el uso de derivados en su operativa, ya no como instrumentos de cobertura si no como instrumentos especulativos.
- Los FI pueden ser de acumulación o de reparto. Generalmente, y por motivos fiscales se opta por la primera de las opciones, en la que los rendimientos se acumulan dentro del propio fondo y solo se obtienen las plusvalías a través de la venta de las participaciones.
- En función de las garantías accesorias, los Fondos pueden ser garantizados o no. El propio FI, o la entidad que lo comercializa, puede prestarnos una garantía por escrita respecto al capital o los rendimientos, o no hacerlo.
¿Qué ventajas obtenemos como participes de un FI?
- Nos permite acceder a muchos mercados, diversificando el riesgo, con importes pequeños. El abánico, para el pequeño inversor es muy amplio
- En general, son altamente líquidos, pudiendo recuperar nuestra inversión rapidamente.
- Delegamos la gestión de nuestras inversiones en manos profesionales.
- Los FI están fuertemente regulados, asi como supervisados por los reguladores de mercados, en España, la CNMV, por ejemplo.
- Son un patrimonio separado del de los gestores o de los depositarios, por lo que no les afecta una quiebra de éstos.
- Nos permiten una adecuada planificación financiero fiscal. en general, y si hablamos de fondos de acumulación, la mayoría, no declararemos nuestros beneficios en tanto en cuanto no los reembolsemos, no vendamos las participaciones. Teniendo en cuenta que se permite el traspaso entre FI, incluso de entidades financieras distintas, son una opción fiscal muy interesante, frente a un deposito a plazo fijo, donde quieras o no, en el momento en que te liquiden los intereses estos deberán tributar.
¿Qué desventajas se le suelen achacar?
- Los críticos aducen que los gestores en ocasiones no son todo los profesionales que debieran. Lo más suave que algunos dicen es que son mediocres.
- En ocasiones, no son los suficientemente transparentes para el inversor (valoraciones, comisiones de intermediarios financieros, etc).
- La estructura de comisiones es compleja, y en ocasiones no parece muy justa ni eficaz. A estos efectos conviene recordar que todos los FI cobran comisiones. Todos. Lo que ocurre es que en España, salvo en los garantizados, es más bien raro que se cobre comisiones de suscripción o de reembolso. Son precisamente estas las únicas explicitas. Las otras, las que cobra el gestor por manejar el fondo, o el depositario por mantener los activos, se detraen diariamente antes de hacer público el valor de las participaciones. Si bien son públicas, al cobrarse de dicho modo y ofrecerse la rentabilidad neta de las mismas, los participes no son muchas veces conscientes de su alcance.
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Más información | Morningstar, Inverco
Foto | Tracy O