China es un país con una gran tradición y cultura ancestral, pero dentro de su proceso de apertura al exterior, y sobre todo, con el incremento de renta derivado de su crecimiento económico, ha sucumbido ante los ‘encantos’ occidentales.
Hasta ahí, se vio por parte de los productores europeos y norteamericanos como una gran oportunidad de negocio, y sus respectivos gobiernos se frotaban las manos pensando en que ello podría contribuir favorablemente a sus exportaciones.
Pero lejos de ser así, las empresas Chinas han empezado a producir ‘in situ’ productos típicos del viejo continente como el ‘foie’ de pato o el jamón serrano. No cabe duda de la buena aceptación que han tenido estos productos dentro de su mercado interior, pero aún no se ha producido la segunda parte de la película, la exportación a los países dónde estos se han consumido tradicionalmente.
Con la posibilidad de que esta presunción se materializará más pronto que tarde, los productores europeos se han echado a temblar. Así se demostró con el sector de las manufacturas, y ahora nada lleva a pensar que no pueda ser una realidad en el sector de la alimentación. Siendo muy posible que en pocos años importemos estos productos del gigante asiático. ¿Qué creen ustedes?
En El Blog Salmón | Los precios, el principal problema de la economía china
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