¿Te imaginas pasear por el lago más venenoso del mundo? ¿Sabías que en Escocia existe un puente que provoca que todos los perros que se acercan se lancen al vacío? ¿Te gustaría realizar un tour por EEUU que recree los pasos de Jeffrey Dhamer, ‘el carnicero de Milwaukee?
Todo ello es posible en una nueva tendencia cada vez más extendida y conocida como ‘Dark Tourism’, el ‘turismo oscuro’. El término fue acuñado en 1996 por dos profesores de la Universidad de Glasgow para hacer alusión a esos nuevos viajes que despertaban el interés de los turistas por cuestiones históricas, pero sobre todo movidos por el morbo y el terror. Visitar ciudades, museos, cementerios, catacumbas o islas donde murieron personas de forma trágica se ha convertido en un gran atractivo.
Los viajeros no buscan realizar una simple visita, sino también vivir una experiencia inmersiva. Quizás por ello, las centrales nucleares de Chernóbil y Fukushima siguen estando entre los lugares más visitados junto a los campos de concentración de Auschwitz.
Sentir el horror impregnado en las paredes o ver cómo los medidores Geiger determinan los niveles de radioactividad en cada momento, generan una proximidad con la muerte que enamora a los más intrépidos. De hecho, cada año son muchas las personas que visitan la ciudad ucraniana de Prípiat, que quedó desolada tras el estallido del 26 de abril de 1986 del reactor número 4 de Chernóbil.
A continuación vamos a repasar 10 destinos ideales para los amantes del ‘Dark Toruism’.
Centro de detención y tortura S-21 Toul Sleng en Phnom Penh (Camboya)
Este espacio fue un colegio hasta la llegada de los jemeres rojos al país en 1975. Se mantuvieron en el poder hasta 1979, implantando un régimen totalitario y sanguinario. Cualquier sospechoso de ser burgués o intelectual era asesinado. De hecho, los datos demuestran que el 30% de la población falleció en esos años a causa del hambre, enfermedades o por asesinato.
Casi unas 20.000 personas pasaron por la prisión S-21, donde los reclusos padecían las más crueles torturas hasta extraerles información valiosa. En suelos y paredes quedan restos de sangre, que combinados con fotografías convierten la visita en espeluznante.
Cementerio judío de Praga (República Checa)
El terror se apoderó de la Segunda Guerra Mundial. Calificado como uno de los cementerios más hermosos del mundo, por su ornamentación autóctona, es el cementerio judío más antiguo del mundo. Los nazis amontonaron los cuerpos de las víctimas, llegando a haber hasta 12 niveles de cadáveres. En total, hay constancia de que existen 12.000 lápidas, sin contar los restos no encontrados.
Puente Overtoun de Dumbarton en Milton (Escocia)
Sin duda uno de los lugares más enigmáticos de Escocia. No existe un motivo por el cual los perros, cuando se acercan al borde del puente, una extraña sensación los invade y sin razón se lanzan al vacío. En 2019, eldiario New York Times recogía la historia de Lottie Mackinnon, que relata cómo su perrita Bonnie decidió saltar al vacío tras quedar perpleja y sentirse poseída por una extraña energía.
Catacumbas de los Capuchinos de Palermo (Italia)
Ubicadas bajo un convento de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, es el ejemplo de ‘Dark Tourism’ más extremo, ya que en su interior podemos encontrar hasta unas 8.000 momias a la vista. Además de los cuerpos de los monjes, con los años, se fueron incorporando los restos mortales de la gente pudiente de la ciudad. Los cuerpos quedan divididos en secciones: monjes, mujeres, niños, hombres y sacerdotes. Está prohibido hacer fotos, pero te aseguramos que siempre guardarás este recuerdo terrorífico en tu retina.
Cementerio de Chauchilla (Perú)
Próximo a Nazca se levanta un espacio de época preincaica considerado el único yacimiento del país en el que pueden contemplarse momias en sus tumbas originales. Las momias se encuentran al aire libre enterradas en fardos y tomando una extraña posición fetal. El lugar cuenta con unas30 tumbas excavadas, aunque se piensa que podrían encontrarse muchas más bajo tierra. Es posible observar aún fragmentos de tela y restos de huesos y cabelleras, resultando peculiar que todo se encuentre tan desprotegido.
Bosque de Aokigahara (Japón)
A la entrada de este frondoso espacio natural, conocido como el ‘bosque del suicidio’, aparece un cartel que dice: "Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo". Cuenta la leyenda, que son muchas las personas que han ido hasta este sitio a quitarse la vida, por lo que los ruidos y las extrañas presencias están garantizados.
Prisión de Sighet (Rumanía)
Fue una prisión de delincuentes hasta 1918, y con el inicio del régimen comunista, pasó a convertirse en un centro de detención para disidentes donde exterminaban a la élite del país. Así fue hasta 1950, cuando Rumanía entró en la ONU. En 1993 fue transformado en un museo con 51 celdasque son salas expositivas. Puede verse cómo vivía un prisionero y hasta grabados con los nombres de las 8.000 personas que murieron en las prisiones comunistas rumanas.
Castillo de Vlad Dracul (Rumanía)
Y no abandonamos este país, ya que en Transilvania encontramos el castillo donde vivió Vlad Tepes, el príncipe de Valaquia entre 1431 y 1476. Este sádico personaje pasó horas en ese castillo escondido, cometiendo todo tipo de tropelías, que luego posteriormente han servido para alimentar al que ha sido considerado como uno de los personajes más populares de la literatura gótica.
Castillo de Lancaster (Reino Unido)
Ubicado en el Parque Nacional de Lake District, fue construido en 1150 y se convirtió en esencial en el comercio de esclavos. Sirvió como prisión, algo que demuestran sus mazmorras, lugar escogido para la caza de brujas y herejes de la corona inglesa. Se piensa que fueron ahorcadas más de 1.600 personas en sus torres.
Lago Natrón (Tanzania)
Para el final dejamos este lago salado de unos 800 kilómetros ubicado en el Valle del Rift. Sus aguas son realmente peligrosas y contaminantes, pues su elevado poder corrosivo provoca quemaduras mortales. La proximidad con el volcán OI Doinyo Lengai, que en sus erupciones arroja tefra y lava, así como las algas, han provocado el color rosado tan característico.
Estos son solo algunos de los destinos turísticos más terroríficos escogidos por los viajeros y que seguro te habrán despertado curiosidad para tus próximas vacaciones.