Los signos de una desaceleración en la economía mundial se hacen patentes, y así lo demuestra este indicador de Goldman Sachs que dice que la contracción económica global cobra fuerza y hace la situación particularmente grave. De acuerdo a un reporte de Zero Hedge, la crisis global en la economía es más grave de lo esperado dado que se vive la convergencia de una desaceleración económica global, principalmente en Europa y en los mercados emergentes. El informe GLI establece que esta fase del enfriamiento global se detectó primero en septiembre del año pasado, pero ahora hay factores adicionales que han agravado la situación. De este hecho no se puede culpar a los mercados emergentes, pese a que las crisis de Turquía y Argentina tienen ecos misteriosos de la crisis que comenzó en Tailandia en julio de 1997. Ese pequeño accidente financiero provocado por la sobrevaloración del baht por parte del mercado, hizo sucumbir a numerosas economías asiáticas y latinoamericanas en el segundo semestre de 1997 y a lo largo de todo 1998 en lo que partió con la crisis asiática y siguió con la crisis del rublo ruso y el real brasileño.
Muro de contención
Esta vez los mercados emergentes tienen un muro de contención más solido y construído a las espaldas del FMI por más de 7,7 billones de dolares (US$7.700.000.000.000) en efectivo, lo que les puede ayudar a sortear varios tsunamis financieros. Sin embargo, los esfuerzos por hundir a estas economías se hacen cada vez más intensivos y esto alimenta la histeria del mercado.
El nerviosismo del mercado se aprecia en el desplome inusual de los futuros del DAX alemán poco antes de las 14:00 hrs de ayer. Durante al anuncio sobre la decisión del tipo de interés por parte del Banco Central Europeo, el índice se deslizó en picado 200 puntos en cosa de segundos (ver gráfica), lo que paralizó automáticamente el mercado de valores de Alemania.
Gran parte de las tensiones tienen su origen en el declive que sufre la economía China y que da cuenta del fin de su milagro económico. Después de crecer durante tres décadas a tasas superiores al 10 por ciento, hoy lo hace a una velocidad del 7,5 por ciento, lo que implica un descenso del 25-30 por ciento anual. Esta caída golpea con fuerza a las economías que se hicieron dependientes de las compras de China, es decir, los países emergentes que viven de la exportación de materias primas. En todo caso, nada indica que la caída de las exportaciones será en forma repentina.
Los problemas que sí afectan a China e involucran a importantes bancos alemanes son los relacionados al sistema financiero y los cuantiosos volúmenes de la burbuja de crédito que la banca incubó durante décadas pensando que las tasas de crecimiento se mantendrían en el tiempo. Pero como el crecimiento no es eterno, en algún momento tendría que llegar la voz serena que llamara a la calma. Pero se hace dificil mantener la calma ante una burbuja de crédito que está a punto de explotar como quedó en claro con el caso de China Credit Trust, que fue resuelto milagrosamente en el último minuto. Si bien es cierto que el gobierno tiene los recursos para sacar de apuros al sistema financiero, ha manifestado su clara intención de no socorrer a empresas que hayan operado de manera fraudulenta. Esto tensiona la crisis y no hace más que dar la razón, por esta vez, al informe de Goldman Sachs.
En El Blog Salmón | Por acuerdo milagroso de último minuto, China evita primer default, Inversores huyen de mercados emergentes y desatan pánico global